En Memoria de los Ejecutados Políticos de Chile
Por Elías Padilla (*)
El 30 de octubre de 2009, por decreto presidencial, se estableció esta fecha como el “Día Nacional del Ejecutado Político” en Chile en homenaje a las víctimas y familiares de ejecutados políticos acontecidos durante la dictadura cívico-militar entre 1973 y 1990.
Debemos recordar que en las violaciones de Derechos Humanos ocurridas en el país bajo la dictadura de Pinochet, se verificaron un conjunto de acciones de persecución, represión y terrorismo de Estado, realizadas por las Fuerzas Armadas y de Orden, agentes de los servicios de seguridad, y también de civiles que participaron en estos graves hechos, con total impunidad en contra de miles de chilenos que se opusieron y resistieron al régimen de facto.
Hoy sabemos, y los nuevos antecedentes indican que, el Golpe de Estado y su posterior implantación de una dictadura cívico-militar no fue una operación improvisada, ni espontánea. En efecto, hubo un plan preconcebido y planificado de represión y castigo que claramente apuntaba a una política de exterminio en contra de hombres y mujeres que creían en un Chile más justo y democrático.
La política de terrorismo de Estado, causante de las más graves violaciones a los derechos fundamentales en nuestra historia republicana reciente, tales como las ejecuciones y asesinatos políticos (cerca de 2.095 casos), las desapariciones forzadas de personas (cerca de 1.200 casos), las torturas y la prisión política (cerca de 33 mil casos reconocidos) el exilio (cerca de 250 mil casos) demuestran objetivamente este plan y estrategia de exterminio de luchadores políticos, sociales, sindicales y estudiantiles que intentaban construir un proyecto de país basado en el respeto a la dignidad de las personas.
En esta fecha no evocamos solamente a víctimas de la represión sino más bien a personas nobles y dignas que lucharon por un Chile mejor y con grandes valores éticos de solidaridad humana.
Estas ejecuciones extrajudiciales o asesinatos por razones políticas en contra de los sectores más organizados y esclarecidos de nuestro pueblo, constituyen en los casos de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos, crímenes de lesa humanidad. Es decir, son delitos imprescriptibles y a los responsables de dichos crímenes se les puede perseguir por siempre.
Desde 1998 y con la detención de Pinochet en Londres, comienzan los primeros cambios en el Poder Judicial con una nueva mirada, en cuanto a no seguir otorgando la amnistía a los violadores de Derechos Humanos y aplicar los convenios de Ginebra en los miles de juicios y querellas que se desarrollaban en Chile en contra de los responsables de los crímenes de ejecutados políticos y de detenidos-desaparecidos.
Estos avances tan fundamentales en cuanto al respeto a los convenios y acuerdos Internacionales deben seguir adelante y en ascenso. Nuestra comunidad debe seguir exigiendo justicia y un NO a la impunidad ante los crímenes del pasado.
En este día, nuestro homenaje y saludo a todos los caídos, a sus familiares, a las organizaciones de familiares víctimas de la represión en especial a la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) y Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), a las organizaciones e instituciones de derechos humanos, a los abogados, periodistas y profesionales que han denunciado, defendido y luchado en contra de la impunidad.
Un saludo especial a Alicia Lira, presidente de la AFEP y a toda su directiva por esta larga, incansable e inquebrantable lucha de 40 años por la defensa de la verdad, la justicia, la reparación y la memoria
(*) Elías Padilla Ballesteros, docente de la Escuela de Antropología y Cátedra UNESCO de Educación en Derechos Humanos Harald Edelstam