En nuestra Academia no existe ningún tipo de lucro
En una conversación con el Boletín, el rector de la Universidad, José Bengoa, se refirió al tema de las acreditaciones de la Educación Superior y a la situación de nuestra casa de estudio. Estas son las preguntas y las respuestas del catedrático:
En las últimas semanas han arreciado las opiniones que cuestionan, en general, las acreditaciones en las universidades. ¿Cree usted que debe terminarse con el sistema actual o cómo deberían evaluarse los niveles académicos (y otros aspectos) de las instituciones de educación superior?
La acreditación es hoy día en el mundo una exigencia fundamental y esto producto de que antiguamente las universidades eran pocas. Por lo tanto, no había ninguna necesidad de acreditarlas. Hoy en día en todas partes del mundo son muchas las universidades, es por ello que es necesario establecer cierto control respecto a su calidad. En segundo lugar, es muy útil establecer acreditaciones porque obliga internamente a las universidades, como la nuestra, a hacer un permanente proceso de autoevaluación. En tercer lugar, el sistema actual tiene ventajas y desventajas. En general, las acreditaciones en todas partes del mundo se hacen a través de evaluadores, es decir, son los pares los que deben evaluar a los universitarios porque es difícil que evalúe alguien que no sabe de universidades.
Hay una ingenuidad muy grande en lo que se dice en la prensa sobre que van a mandar a personas ajenas al sistema. Es como que me pidieran hacer una acreditación a la calidad de los salmones, por ejemplo. En el caso de nuestra Academia, nosotros no hemos tenido problemas con las acreditaciones. Siempre las hemos pasado bien y todas ellas nos han servido para mejorar nuestro sistema de calidad y no hemos tenido peligro por ello. Por el contrario, siempre se nos ha felicitado.
La acreditación por tres años, que se ha hecho varias veces, es debido a que nosotros hemos acreditado dos aspectos: el de gestión institucional y la docencia de pregrado. Por razones múltiples no hemos acreditado investigación, aunque tenemos bastante experiencia en ese terreno. En muchos rankings aparecemos como una de las universidades con el mayor número de proyectos Fondecyt. Tenemos proyectos de investigación como Fondap, Fondef, Mecesup, damos la Maestria de Directores de Escuela que es el programa estrella del ministerio, tenemos diversos proyectos en esas entidades. No hemos acreditado aún la propuesta de postgrado, siendo muy innovador lo que estamos haciendo. En definitiva, creo que tiene que haber acreditación que asuma las características de cada universidad.
LOS RECURSOS
La consigna, por decirlo de alguna manera, de la universidad de “CALIDAD ACADÉMICA SIN LUCRO y/o PLURALISMO SIN LUCRO” ¿cómo se expresa en la práctica?
El tema de lucro es extremadamente sensible e importante. Hoy estamos viendo situaciones bastante escandalosas como las ventas de universidades, compra, traspaso de bienes, etc. En nuestra universidad no existe ninguna empresa, ni inversora, ni inmobiliaria ya que esta universidad es del conjunto de profesores, académicos e investigadores que la formamos. Todos los bienes de esta universidad son de la Corporación sin fines de lucro, y por lo tanto, no existe ningún tipo de lucro en el sentido de dineros que salgan fuera de nuestra entidad. Como bien se sabe, el directorio está presidido por el profesor de Filosofía, Fernando García y el vicepresidente es el historiador, Leopoldo Benavides. No tenemos ninguna empresa relacionada, ni menos grupos económicos, religiosos o de otra naturaleza. Ese es un principio básico que mantenemos porque no tiene ninguna justificación ética que los dineros que se reciben, por ejemplo del Crédito con Aval del Estado o por la Matriculas, vayan a parar a otras manos que no sean las propias de la universidad.
En la Academia todos los recursos se destinan al pago de salarios de profesores, de administrativos, mantenimiento de edificios, en fin, gastos normales de la entidad. Es importante señalar además que son aproximadamente 880 millones de pesos que equivalen al 10 % de los ingresos de la universidad que van directamente a los estudiantes, como por ejemplo becas, alimentación, actividades, proyectos, a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE)
EL CARÁCTER DEMOCRÁTICO
La Academia es la primera institución de educación superior del país que ha elegido un rector a través de votaciones directas de los docentes, los estudiantes y los funcionarios administrativos. Esto ocurrió en mayo, hace siete meses. ¿Cómo evalúa hasta ahora tal hecho?
Está en la esencia de la Universidad su carácter democrático interno. En todas las grandes universidades las elecciones por parte de los académicos, del rector, son como la condición de independencia y autonomía de la institución. Es decir, la universidad en su pensamiento no depende de príncipes ni autoridades externas, sino que es el grupo académico quien define sus autoridades y características. Ese ha sido el gran anhelo universitario a lo largo de la historia. Es la condición su carácter público. En ese sentido, en nuestra universidad logramos la elección del rector, en base a un sistema triestamental, y eso a esta rectoría le entrega un mandato y una legitimidad pero también un desafío y una enorme responsabilidad. Propusimos un programa que conocen todos los estamentos y que está publicado en la web de la universidad. Creo que lo que ha hecho el equipo de rectoría en estos meses es poner en marcha dicho programa, es decir, la creación de Facultades, de las tres facultades hay dos ya constituidas.
Ahora, en enero, esperamos que se realice un claustro con los profesores de las escuelas de Ciencias Sociales, para organizar la Facultad de área. El segundo gran tema que planteamos fue el del vespertino. Estamos proponiendo un vespertino extremadamente poderoso, amplio e innovador. El tercer tema es que esta universidad tenga un postgrado en Ciencias Sociales del más amplio prestigio y hemos preparado en conjunto con una gran cantidad de profesores los planes de posgrados. En cuarto lugar, planteamos la necesidad de que la universidad se relacione fuertemente con la práctica y con el medio social y para ello hemos formado un movimiento al interior de las escuelas. Hemos suscrito convenios con importantes municipalidades y ahora suscribiremos uno con la municipalidad que alberga a nuestra universidad. Nunca un alcalde de Providencia había entrado a dependencias de nuestra casa de estudios y ella, Josefa Errázuriz, la nueva alcaldesa, señaló la necesidad y el interés en establecer convenios con nosotros en torno a las prácticas de estudiantes (La alcaldesa participó en un acto de creación del Observatorio de Derechos Humanos, efectuado en la sede de la universidad).
El quinto tema tiene que ver con la movilidad estudiantil, y que lo hemos implementado en una cantidad de convenios con universidades argentinas, mexicanas y europeas para que los alumnos puedan realizar semestres en otra parte del mundo. Básicamente yo diría que estos planteamientos formulados durante el proceso de elecciones en mayo, son nuestro norte y fueron aprobados, razón por la que hemos trabajado con una enorme legitimidad por parte de la comunidad universitaria.
PRUEBA DE LA CALIDAD
Un estudio divulgado recientemente sobre 56 universidades del país indicó que sólo 20 de ellas (incluyendo la Academia) tienen más de 50% de sus carreras acreditadas. ¿Qué reflexión le merece?
Ese ranking establece que nuestra universidad está en el número 12 dentro de las universidades. Esto significa que nosotros en la Academia tenemos tres años de acreditación en gestión universitaria pero tenemos la mayor parte de nuestras carreras acreditadas y muchas de ellas acreditadas por 4 o 5 años. Esto significa que no solo nos hemos acreditado a nivel de la universidad completa sino que de todas sus partes y esto muestra un buen equilibro respecto a este punto.
Lo que debería llamar la atención a los estudiantes que ingresan por primera vez a la universidad, como a los que ya están matriculados, es cuando existe una universidad que está acreditada por 4 o 5 años pero no está acreditada en sus carreras, eso es extraño. Lo que ha primado en este caso suelen ser los edificios, el financiamiento y no necesariamente la calidad de sus escuelas y sus carreras. Este es un buen indicador, ya que es necesario tener un equilibrio entre la acreditación general de la institución y la acreditación de las carreras.
En EEUU, por ejemplo, es mucho más importante la acreditación de las carreras que de la propia institución. Otro ranking interesante para la Academia fue un estudio que hizo Universia. Ellos han trabajado muy seriamente y en ese ranking aparecemos en la mitad. Cuando uno observa la calidad docente de las universidades nosotros aparecemos entre los primeros 20. Lo que nos baja la postura en estos rankings más generales tiene que ver con elementos de infraestructura y con financiamiento externo y también con lo relativo a los puntajes de nuestros estudiantes. Tener estudiantes con puntajes relativamente bajos es parte de nuestra misión y es una oportunidad. La experiencia que tenemos los profesores y yo personalmente, es que los estudiantes que llegan de la PSU con promedios de notas no extremadamente altas, en el proceso educativo se transforman en estudiantes de un gran rendimiento académico, profesional y humano. Sin embargo, ese elemento pesa en el ranking y nos pone en situación desventajosa frente a universidades que reciben estudiantes de sectores más acomodados.
¿Cómo resumiría el estado de la Universidad finalizado el año 2012?
Nosotros tenemos una universidad de calidad, consolidada y llena de perspectivas y proyectos. Es una universidad pequeña y no queremos crecer de modo inorgánico. Nos especializamos en Ciencias Sociales, Pedagogía y Arte. En enero se van a entregar títulos a casi 600 profesionales, y esto no es poco, cinco días de ceremonias de titulaciones. Ellos son la prueba de la calidad de nuestra formación.