Encuentro de centros de práctica de pedagogía_Colegios alternativos compartieron valiosas experiencias de innovación escolar
Algo que tienen en común las escuelas Padre Hurtado (Renca), Mustafá Kemal Ataturk (Lo Prado), Su Santidad Juan XXIII (San Joaquín) y el colegio Betania (La Granja) son los desafíos que educativos que nacen como parte de un entorno agreste y de alta vulnerabilidad; pero también coinciden en una respuesta que tiene como motor la innovación y la búsqueda de la felicidad de sus alumnos por sobre cualquier parámetro académico. Estos 4 proyectos son algunos de los que solicitan específicamente practicantes de la UAHC como parte de un enfoque compartido.
Los representantes de estas instituciones, reunidos en el “Encuentro de Centros de Práctica” de la Escuela de Pedagogía en Educación Básica de nuestra Universidad compartieron experiencias, consejos y estrategias para fortalecer el trabajo de redes y de integración de egresados de la UAHC y estas diversas comunidades.
En este ciclo de encuentros se identifican además los principales requerimientos de las escuelas que reciben a los profesores de la UAHC. En tal sentido, Javier Vega, director del colegio Mustafá Kemal Ataturk, destaca que el perfil de docentes egresados de las carreras de pedagogía básica de nuestra universidad es muy valorado en el establecimiento. Vega sostiene que este concepto ellos lo definen como una pirámide de valores en cuya base está en el “Respeto a la responsabilidad” y en la cúspide la “innovación”, entre otros atributos. “Cuando hablamos de esa responsabilidad no lo hacemos en el sentido de que se impongan obligaciones, sino que el joven profesor asuma un rol en la organización como un elemento orgánico del proyecto”, dice sobre un denominador común en quienes adscriben a este proyecto.
En esta escuela, apadrinada por el gobierno turco, dicha innovación se aprecia en la integración de niños migrantes, clases con loncos mapuche, talleres de casteller (o las torres humanas catalanas que incluso patrocinan esta práctica). Otro de los proyectos exitosos del Mustafá Kemal Ataturk es el que convierte el colegio entero en una sala de clases con una serie de pistas repartidas por los patios, laboratorios y espacios comunes que conducen a un tesoro escondido, o la política de “estudiantes mediadores” en la que los propios niños resuelven controversias a través de un arbitrio propio.
En tanto, el colegio Padre Hurtado integra las neurociencias y modelos educativos de Singapur donde se dejan de lado programas estrictos y burocráticos en pos de experiencias prácticas, como entregar totalmente el uso y administración de los espacios a los niños, quienes cuidan, mejoran y le sacan el máximo provecho al territorio, creando un vínculo material con la educación. Por ejemplo, cultivan hortalizas en huertos que serán la cena de su futura graduación y a la vez reciben clases de gastronomía a cargo de premiados chefs de la guía internacional Michelín.
Juan Pablo Hormazabal, profesor del Colegio Betania de La Granja, también exhibe avances en términos de la educación innovadora a través de una dura lucha de inserción escolar de niños que han abandonado varias veces la escuela. Se realiza una entrevista profunda al estudiante que reingresa, los profesores se interesan genuinamente por el entorno del niño y lo que ocurre detrás de un niño que llega atrasado o no asiste a clases. Por otro lado, cada mes tiene lugar una iniciativa de canje de puntos por productos de aseo, mochilas o spinners, bienes de uso personal entre quienes cuentan con más de un 70% de asistencia a clases.
El principal escollo de la innovación escolar suele ser el viejo proyecto escolar municipal y los modelos heredados de hace 30 años que se enfrentan a modificaciones que no consideran, muchas veces, el contexto de los estudiantes. “Lamentablemente la supraestructura nos encasilla en un formato tradicional y poco efectivo que es un desafío importante. Otro desafío es el de lograr la cobertura para seguir trabajando en profundidad, lo que se logra una vez que el estudiante sale de clases”, explica Hormazabal.
A la hora de la síntesis, el Director de la Escuela de Pedagogía en Educación Básica de la UAHC, Alexis Chelme, reconoce el profundo compromiso de cada proyecto y coincide en que “el mundo completo es un aula de clases, donde la pedagogía crítica debe ejercer un rol transformador enfrentado a una sociedad que también cambia permanentemente”, materia en la que estos colegios y los estudiantes egresados de la Academia trabajan en equipo.
Por su parte, Natalia Kompen, supervisora de prácticas y facilitadora en alfabetización de adultos, considera que estas revoluciones son un agente de cambio para los excluidos del sistema educacional, que están debajo del sistema de estandarización y estatización y que no pueden acceder a proyectos más comprensivos y humanistas de una verdadera educación, una batalla en las que estos colegios suman experiencia día a día, la cual es transmitida a los egresados de la Academia. “Hay escuelas como las que están reunidas aquí que a pesar de trabajar con el currículum del sistema municipal tradicional, tratan permanentemente de sacar del molde estos modelos para crear un nuevo tipo de escuela. Proyectos alternativos que marcan vocación en estudiantes y jóvenes profesores, una meta con la que también coincide la Universidad”, describe.