Escuela de Geografía inauguró año académico con debate sobre deforestación del bosque nativo

Escuela de Geografía inauguró año académico con debate sobre deforestación del bosque nativo

Las docentes Alejandra Mora y Daniela Manuschevich expusieron sobre las malas prácticas que mundialmente están afectando la biodiversidad y otros factores transcendentales para la vida humana. Y en relación a Chile, hicieron hincapié en la deforestación del bosque y del mar.

La Escuela de Geografía de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano inauguró su año académico con la exposición de las docentes Alejandra Mora y Daniela Manuschevich bajo la temática “La Tierra desde el Espacio: Geometría, Ciencia y Arte en Estudios Geográficos”.

En un auditorio Paulo Freire colmado de estudiantes de Geografía de la Academia y de otras casas de estudios, la conversación se centró en las malas prácticas que están afectando a escala planetaria la diversidad genética; el ciclo del nitrógeno, tan importante para la vida; y el fósforo, lo que traduce en el cambio climático que está azotando a diversas latitudes.

En el caso de Chile, las profesoras de Academia comentaron el exterminio que se está realizando del bosque nativo a raíz de la plantación de monocultivo, lo que además lleva a la fragmentación de estos espacios naturales.

Aumentan los viñedos, las paltas y otras plantaciones que actúan para la economía nacional. Sin embargo, están desapareciendo los bosques nativos, efectos que a escala planetaria afectan a especies como las aves, pero también a nosotros”, comentó Alejandra Mora, geógrafa de la Universidad de Chile y máster en Ciencias en monitoreo, modelamiento y manejo ambiental del Kings College London.

El bosque nativo es un agente fundamental para regular la biodiversidad y que sistemáticamente hemos venido destruyendo e incluso antes que creara el Estado nacional.

“La pérdida del boque nativo viene desde la colonia, cuando se dejaba que se quemara por días. También fue un arma de guerra en la Araucanía y en el norte era ocupado por la minería para tratar los metales. La gran deforestación ocurre en una etapa histórica”, expresó Daniela Manuschevich, licenciada en Ciencias Biológicas de la Universidad Católica y doctora en Políticas Ambientales.

El Decreto Ley Nº 701 en 1974 vino a incentivar el monocultivo de eucaliptus y pino, lo que empezó a producir la sustitución del boque nativo por plantaciones forestales.

“Por la inflación que había, era un negocio de oro el incentivo a la deforestación. Y si bien hubo cambios en el 2000, el Decreto sigue vivo para pequeños y medianos productores, que no tienen menos de 200 hectáreas. Ahora las tasas de desforestación son menores, pero sigue sucediendo porque las plantaciones forestales son las que entregan más dinero y en un menor tiempo”, agregó Manuschevich.

El vasto territorio que ha alcanzado la industria forestal también tiene impactos colaterales como el múltiple y voraz incendio que afectó a Chile durante el último verano y que terminó transformándose en el más destructivo de la historia.

“El terreno que se quemó fue todo plantado en los años 80 por lo que crecieron parejo, no había barreras… El bosque nativo tiene más retención de humedad que plantaciones como el eucaliptus o el pino, lo que tiende a frenar el fuego… Lo que ocurrió en el Maule, en forma natural, no debió ser tan grande”, explicó Mora.

Pero el bosque nativo está lejos de ser la única preocupación de las docentes, que llaman a poner atención lo que está pasando con la contaminación que estamos arrojando al mar.

“Otra investigación a tratar es la deforestación de las algas ya que sin ellas no hay crustáceos, moluscos y otras especies que encuentran en ellas refugio. Si se desforesta, vamos a tener un desierto azul”, manifestó Alejandra Mora.

Situaciones de distinta índole que están azotando a nuestro ecosistema y del cual no hay certeza cuándo no habrá punto de retorno. Por ello, es necesario trabajar en alternativas que permitan que nuestro país opte por producciones económicas que no afecten en medioambiente.

Debemos pensar en herramientas para generar posibilidades de desarrollar a Chile de otra forma”, finalizó Daniela Manuschevich ante el aplauso cerrado de los asistentes.