Estudiantes de Antropología realizan jornada sobre “Trabajo doméstico: un trabajo invisibilizado y desvalorizado”
El pasado jueves 5 de noviembre se llevó a cabo una interesante actividad de discusión sobre la situación que en Chile experimentan quienes realizan trabajo doméstico, abordado desde la perspectiva de su “invisibilización y desvalorización”. Charla que fue organizada por un grupo de estudiantes de la carrera de Antropología de nuestra universidad.
La jornada contó con destacadas panelistas que analizaron la temática, entre ellas, la importante perspectiva de Emilia Solis, presidenta del Sindicato Unitario de Casa Particulares (TCP); Thelma Gálvez y Rosalba Todaro, economistas y ex integrantes en los años 80´ del Centro de Estudios de la Mujer (CEM); y Solange Sánchez, socióloga y actualmente se desempeña como Consultora Género y trabajo Internacional (OIT).
En su intervención, Solis, señaló que TCP surgió para defender y orientación a las trabajadoras de casa particular y recalcó que su decisión de convertirse en dirigente no responde a una motivación personal sino que “por el hecho de vivir y ver tanto abuso hacia sus compañeras de trabajo, a quienes defendía pero al momento de buscar apoyo éste no lo obteníamos por ningún lado, habiendo organizaciones con más de sesenta años de existencia”.
La trabajadora y dirigente también insistió en algunas tareas pendientes, como su anhelo de que las propias trabajadoras aprendan a valorar lo que significa su trabajo “ya ganamos el fuero maternal, que muchas veces se pierde porque los patrones no pagan las cotizaciones; ganamos el sueldo mínimo igualitario al de todos los trabajadores; ahora vamos por las ocho horas diarias de trabajo, y otras mejoras que aún falta, pues muchas veces terminamos con problemas psicológicos y físicos. Sin embargo, una de las peleas más importantes es que la sociedad, y las propias trabajadoras, valoren nuestra labor”, sostuvo.
Por su parte Gálvez y Todaro, hicieron un paralelo entre la situación de este oficio en los años 80’ y en la actualidad, evidenciando diversos cambios en cuanto a las condiciones laborales, la relación laboral, valoración social y cómo la realidad social actual, con la inserción de la mujer como fuerza laboral, el crecimiento de las ciudades, el rol de las organizaciones sociales, entre otras, cambia las dinámicas de los hogares y por lo tanto el rol de la trabajadora de casa particular.
Algunos de los cambios más visibles en la actualidad y que desglosaron las economistas, fue que el 40% de fuerza femenina que se desempeñaba hace dos décadas en casa particular se redujo a un 12 %, por otra parte, el crecimiento de las ciudades donde más se emplea genera actualmente un problema ligado los factor es espacio, tiempo, trabajo y familia; también disminuye la participación de las mujeres del campo y aumentó la migración, con una serie de otros aspectos implicados y el hecho que hoy las trabajadoras privilegian el sedeo de trabajar puertas afuera por sobre el trabajo puertas adentro, apelando a la autonomía y libertad de la jornada.
“Las grandes tareas aún pendiente son reconocer el trabajo doméstico como un trabajo, valorarlo socialmente, tener clara una definición de qué es, trabajo o cuidado doméstico; reconocer que es intrincicamente diferente por lo que no solo basta con los derechos universales de los trabajadores, sino que se necesita de políticas específicas”, recalcaron.
Por último, Sánchez, insistió en la identidad del trabajo doméstico, pues la trampa que existiría en la noción de este trabajo estaría en que “se desarrolla en un no lugar pues no está en un lugar público y privado; tampoco es considerado un trabajo por desarrollarse en el ámbito doméstico; luego, no está en el ámbito de la producción de valor, pese a que tiene todas las características de éste como la relación de contratación, hay un sueldo, normas, etc.”.