Estudio de género “Sobre hombres y masculinidades”_Profesor José Olavarría redefine los conflictos actuales del patriarcado
El sociólogo y experto en estudios de género, José Olavarría, condensa más de dos décadas de trabajo sobre el tema en “Sobre hombres y masculinidades: ponerse los pantalones”. Entrando a un debate que suena a urgencia, pero cuya larga data es revisada en perspectiva por el docente de la Facultad de Ciencias Sociales.
El texto, que fue uno de los ganadores del segundo llamado 2016 del Concurso de Publicaciones y Creación Artística convocado por nuestra universidad, indaga en los principales vicios del antiguo ethos masculino, el supuesto orden entre hombres y mujeres y una relación milenaria que vive momentos de cambio en su lenguaje y contingencia. Volviendo objetivas las subjetividades, Olavarría (también director del Centro de Estudios de la Fundación Crea Equidad), cree que muchos de esos llamados tradicionales de misoginia y mandato siguen muy presentes en la sociedad aunque se hable de nuevas buenas prácticas.“Podemos apreciar esta subjetividad en aspectos tan cotidianos como la anécdota del “mi pareja gana más que yo”, por ejemplo. Ese “deber ser” del hombre que se ve afectado por este tipo de cosas son algunas de las construcciones más difíciles de deshacer”, cree el académico. Llama a poner atención a las nuevas construcciones de este hombre, esta convocatoria a ponerse los pantalones con una nueva connotación, pero que sigue teniendo validez en su aspecto más arquetípico.
“Lo que no sabemos es a que nueva construcción del comportamiento está tendiendo este conflicto viejo. Esos mandatos de una sociedad anterior siguen presentes y son muy fuertes en el mercado del trabajo y las tensiones de una sociedad precarizada que no tolera la figura de, por ejemplo, un dueño de casa”, explica el autor.
Al menos en lo que respeta a los avances, las tensiones de familia y trabajo en parejas biparentales y especialmente en los hombres son difíciles de resolver, pero mecanismos inconscientes sobre la identidad sexual han hecho que pase a segundo plano la idea pecaminosa del deseo por una persona del mismo sexo a diferencia de décadas anteriores, plantea.
El profesor Olavarría recomienda poner atención con la investigación sobre cuestiones de género en países de tradición machista como México y Colombia donde, precisamente, se analizan líneas que permean diferentes zonas del asunto a nivel académico. “Existe mucha producción, reflexión e investigación en este campo del saber, es un área que se está consolidando. Como en Chile, donde se está dando paso a análisis muy interesante que van de la mano con un interés mayor”, cree.
-¿Le parece que la contingencia sigue un camino paralelo y orgánico con la forma en que se está pensando el género a nivel académico?
Si, parece que hay un interés social que es algo central. Sin embargo, en el fondo la investigación es algo más difícil. A nivel del ritmo en que se publican estas investigaciones, hay que decir que muchas son tesis de maestrías de pregrado que están acotadas en el tiempo y otras están asociadas a consultorías de salud. Pese a eso hay agendas de investigadores que siguen adelante y producen conocimiento nuevo y la contingencia es la que parece estar totalmente asociada a estos procesos.
Los hombres también sufren
El psicólogo, Nelson Zicavo durante el lanzamiento de “Sobre hombres y masculinidades” sostiene que el neoliberalismo y la distribución del trabajo dada la nueva constitución de la familia y la postmodernidad influyen en lo que se ha conocido como la figura tradicional del hombre porque se generan así diversos estratos sobre la identidad masculina.
“Ese dolor del que hablamos es precisamente ante la imposibilidad de ser el hombre del que históricamente se ha hablado”, completa el autor José Olavarría. “El desafío es tratar de interpretar lo que se está deconstruyendo hoy y hacia al futuro. Las políticas macroeconómicas están vinculadas con este fenómeno, pero también las subjetividades, las emociones y la empatía. Se suele decir que estamos ante otra mirada, pero no se ha detallado cuál. Si la respuesta es seguir investigando la masculinidad como se ha venido haciendo, entonces está todo perdido”, cree.
Al respecto, Olavarría recomienda crear nuevas redes para zanjar este tipo de debates para reflexionar sobre sus resultados y construir nueva evidencia pero sin tenerle miedo a los hallazgos.