Geógrafo Marcelo Lagos sobre catástrofes en Chile: “El Estado debe garantizar la seguridad, pero no lo acepta ni entiende”
Con el humor que lo caracteriza, el geógrafo Marcelo Lagos participó del XXXVI Congreso Nacional y XXI Internacional de Geografía, el que se realizó entre los días lunes 19 y sábado 24 de octubre de 2015 y fue organizado por la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas en conjunto con la Escuela de Geografía de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
El profesional expuso en el conversatorio “Riesgos, desastres y hábitat vulnerable”, oportunidad que aprovecho para hablar sobre los desastres naturales que han azotado nuestro país en distintas épocas y como, a pesar de la experiencia de años anteriores, no se han tomado precauciones y se han ido replicando los fenómenos en el tiempo.
Manifestó que está molesto por los “falsos logros y desastres”, como títuló su presentación, en la que hizo un profundo recorrido por los lugares donde azotó el tsunami del 2010, específicamente las localidades de Constitución, Tirúa, Puerto Saavedra, entro otros. Agregó que sus habitantes “pasaron muchas cosas terribles, nadie se preparó para una posible catástrofe porque habían transcurrido 50 años sin que ocurriera nada”.
Hizo una analogía del terremoto del 16 de septiembre de este año y lo sucedido en el año 1992 en la región de Coquimbo, y de cómo se repitió el fenómeno. “¿Quién entiende?, cuando sabemos realmente de los escenarios de peligrosidad y como convivir con este tipo de amenazas”, respecto a la similitud de la catástrofe y el actuar de las autoridades.
Se dice que tenemos 15 minutos para evacuar, sin embargo el geógrafo confirmo, gracias a relatos que obtuvo de pescadores, que el tsunami fue inmediato. “Claramente el diálogo de la ciencia con las autoridades que repiten -tenemos 15 minutos- y le transmiten una falsa sensación de tranquilidad a las personas, -usted tiene 20 minutos para tomar una decisión y decidir cómo llegar a una zona segura- falso, el tsunami llego inmediatamente”, manifestó.
También mencionó lo importante que es la tecnología para detectar este tipo de emergencias y el gran costo para los geógrafos cuando los profesionales no saben leer los resultados, lo que ha significado en algunos casos evacuar ciudades, lo que se justifica cuando se detectan ondas preocupantes en la zona central, pero milimétricas en otras partes de Chile, por lo tanto no requería evacuación.
La norma establece el uso de suelo y se excluyen las vías de evacuación del borde costero, “La norma no dice cómo hacer una vía de evacuación adecuada, como hacer un estudio fundado de riesgos y qué especialista lo deben hacer. Por lo tanto, todos los estudios de riesgos en Chile se hacen como cada uno quiere”.
Finalmente concluyó que “venimos gastando millones y millones de pesos en estudios que en rigor, no van a llegar al mundo real. Y vivimos pensando que instalar sirenas en Pichilemu, Arica, La Serena, esos 2000 millones ¿por qué mejor no los invertimos en un plan regulador? ¿Por qué las comunidades no se unen y luchan por un plan regulador para tener un borde costero más seguro?, finalizó.
En el panel “Riesgos, desastres y hábitat vulnerable”, participaron junto a Lagos, Edilia Jauque del Departamento de Geografía de la Universidad de Concepción; Pablo Sarricolea del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile y Alvar Pastor de la Escuela de Geografía de nuestra casa de estudio.