Gobierno universitario en la Academia_Parte 2: Comité Triestamental de Recepción y Acogida de Denuncias de Violencia Sexual y de Género, protocolo y elección de representantes

Gobierno universitario en la Academia_Parte 2: Comité Triestamental de Recepción y Acogida de Denuncias de Violencia Sexual y de Género, protocolo y elección de representantes


Acaba de ser publicado el Protocolo para la Violencia Sexual y de Género en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. El texto disponible en nuestra web, aprobado por el Consejo Superior Universitario a través del Decreto de Rectoría Nº349/2017, es resultado de un trabajo triestamental de investigación, debate y proposición de medidas institucionales para la erradicación de la violencia sexual y de género al interior de la Universidad, y de la promoción de una UAHC protegida y libre de violencia.

 

Este año, por primera vez, se elegirán los representantes al Comité Triestamental de Recepción y Acogida de Denuncias de Violencia Sexual y de Género

 

El documento considera la Reglamentación Vigente Interna de la UAHC, el Código Procesal Penal, el Código del Trabajo, la Constitución de la República, la Ley de Violencia Intrafamiliar, la Ley de Tribunales de Familia y otros protocolos similares de universidades chilenas. A nivel internacional, también ha tomado en cuenta precedentes como la Convención de Belem do Pará (Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer) y la CEDAW (La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer).

Suma también un documentado repaso a la historia de la desigualdad de género y antecedentes directos del debate sobre la política y acogida de este tipo de denuncias. Antecedentes que, desde el origen de la UAHC “nos permiten comprender que a lo largo de su historia la Academia ha acogido el valor por la apertura y producción permanente de pensamiento crítico frente a las hegemonías, las desigualdades y exclusiones de todo tipo, como las basadas en el género, la raza y clase social”, indica el texto.

La psicóloga y Encargada de la Unidad de Género y Sexualidades, Gabriela González identifica en el protocolo un hito trascendental. Un nuevo pacto en la interacción para estudiantes, funcionarios y académicos. “En lo fundamental, este protocolo crea una nueva instancia triestamental en el que la participación ha sido central para su elaboración, porque la moción nació de la contingencia concreta que ha movilizado a la Universidad y a todo el país. En su desarrollo, este protocolo recogió esas observaciones, se colectivizó y también fue sancionado en el Consejo Superior, otra instancia triestamental. Creo que esto es un sello de participación en nuestra universidad”, explica.

La también directora del CAPS se refiere además a la creación de una nueva instancia que acoja las denuncias de acoso y violencia sexual como un primer soporte que canalice estas problemáticas. La Unidad de Sexualidades y de Género definió un Comité de Recepción y Acogida de estas denuncias, agrega Genoveva Echeverría. La Secretaria General de la Universidad y presidenta del TRICEL destaca que esta comisión estará conformada triestamentalmente por dos representantes de cada estamento (estudiantes, académicos y funcionarios), todos ellos elegidos universalmente. “El carácter participativo de todos los representantes de la comunidad universitaria convierte en una necesidad que todos los estamentos se pronuncien y elijan a sus candidaturas en un comité que quede constituido de manera paritaria y que dé garantías de transparencia para todos”, detalla.

Un trabajo inédito

González reitera que la naturaleza colectiva de esta demanda exige un trabajo constante para su correcto ejercicio. “Este protocolo y el comité son algo que ha sido demandado desde muchos sectores y, quizás con más fuerza desde el sector estudiantil, no sólo aquí, sino en todas las universidades. Pero a diferencia de otros protocolos yo diría que el nuestro, el de la UAHC, recoge y recupera algo que no se ve en otros lugares: una dimensión participativa en la gestión administrativa y la cosa cotidiana y política. Ese es un gran valor”, señala.

“Confío en que el protocolo y el comité serán herramientas útiles para el manejo de situaciones muy delicadas. No se trata solo de un tema de convivencia, el problema de la violencia sexual y de género es grave y genera muchos daños. Estamos ante una fase de prevención que nos permita incluso llegar a instalar una conversación práctica y de convivencia en lo que respecta a las identidades sexuales y de género. Es una parte de la cotidianeidad que debe comenzar a transformarse y cambiar”.

-¿Cuál crees que es la convocatoria que sigue a la publicación de este protocolo?
-Creo que este protocolo es algo inédito. Algo que es necesario valorar, cuidar y nutrir. Lo primero es conocerlo, leerlo y discutirlo. Comprometerse con visibilizar lo que está ahí y cómo se procede. Sabemos que no es fácil hacer estas denuncias cuando se están viviendo situaciones de violencia sexual y de género. Por eso el comité debe acoger respetuosamente las denuncias, pero estas deben hacerse también de manera respetuosa y a través de los canales para que puedan llevarse a cabo y salir adelante. Muchas veces cuando las denuncias son anónimas sabemos que se busca el resguardo. Hay temor, inseguridad y a veces las víctimas son desacreditadas, lo que genera un efecto adverso en torno a quien denuncia. Por lo mismo, es importante que haya una instancia que mantenga la confidencialidad y que las denuncias se puedan hacer justamente no anónimas para que estas situaciones puedan ser investigadas y comprobadas con las certezas de un proceso transparente en temas tan delicados.

  • Puedes descargar el Protocolo para la Violencia Sexual y de Género en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en éste vínculo.