Impacto bidireccional en el territorio_Escuela de Geografía reacciona desde la investigación a la reflexión sobre la pandemia

Impacto bidireccional en el territorio_Escuela de Geografía reacciona desde la investigación a la reflexión sobre la pandemia

De acuerdo al contexto de la crisis sanitaria que estamos viviendo, diversas iniciativas de la Escuela de Geografía se inscriben en la política bidireccional de Vinculación con el Medio. Investigación, trabajo práctico, publicaciones y discusión de problemáticas territoriales abordan, desde hace tiempo a la fecha, diversos escenarios en los que una pandemia como la que vive el mundo, puede ser abordada por la disciplina. La geógrafa y docente Alejandra Díaz, también Coordinadora de Prácticas de esta escuela, explica que dentro de estas acciones se publica periódicamente el boletín GEOUAHC – Conectados somos lugar, cuyo objetivo es mantener el vínculo entre la institución y sus estudiantes y que adquiere notoriedad en días de aislamiento e incertidumbre ante el avance del coronavirus. En la publicación se provee de información y orientación de los cursos además de cápsulas reflexivas sobre la disciplina y material complementario como publicaciones científicas relevantes, películas y libros electrónicos, por ejemplo.

“Por otro lado, en cuanto al ámbito investigativo, desde la geografía rural, nuestra profesora, la Dra. Ximena Valdés, ha desarrollado una investigación acerca de la precariedad laboral de las y los temporeros/as migrantes en el cultivo de arándanos, en las regiones de Atacama y la Araucanía que es, actualmente, una de las que registra mayores niveles de contagio de COVID-19. Otra de las contribuciones al análisis del espacio geográfico, es la que ha desarrollado el Dr. Voltaire Alvarado en cuanto a la categoría de análisis de la región y que ha denominado “Las mil muertes de la región y sus alternativas de resurrección”, en conjunto con docentes de la Universidad Católica”, enumera Díaz.

También el profesor Dr. Yohann Videla, ha sensibilizado la reflexión en del riesgo físico hacia la crisis sanitaria que estamos viviendo, en cuanto al valor de la percepción del riesgo desde la sociedad y su repercusión en el uso del espacio. La Cooordinadora de Prácticas, agrega que a partir del mes de mayo se espera iniciar las prácticas progresivas que caracterizan a la UAHC y que, en sus distintos centros de prácticas tanto públicos como privados, permitirán enfrentar otras tareas profesionales y generar la reflexión y revisión teórica de esta crisis sanitaria que aún tiene mucho por impactar y entregar al ámbito investigativo, sostiene.

Para la directora de la Escuela de Geografía, Amparo Gallegos, esta relación estrecha entre la carrera y la contingencia es parte fundamental del diseño de la escuela y su currículum, también integrado en las inquietudes de sus prácticas tempranas. “Nuestros cursos trabajan con instituciones y servicios inmersos en el territorio y eso nos permite vincularnos con localidades como El Monte, San Antonio, San Pedro de Atacama, diversos municipios, ministerios o instituciones como Villa Grimaldi. Ese trabajo en terreno es nuestro vínculo más directo con la comunidad y en el medio en el que estamos, tratamos de dirigir esfuerzos asociados a las tareas urgentes de información en esta situación de crisis y pandemia”, señala la geógrafa.

Por su parte, el profesor Alvarado advierte que el problema sanitario del momento ha exigido al investigador en general un enfoque territorial y cultural que suele ser pasado por el Estado. Se refiere al conflicto reciente que han planteado la gestión de transportes, la urbanización y la geografía humana en general que involucran la crisis del Covid 19. El editor de la Revista Espacios, recuerda otras grandes crisis como el terremoto de 2010 o la pandemia de la gripe NH1N1, que obligaron a los chilenos a cambiar algunos hábitos y a los gobiernos a mejorar sus acciones de respuesta. Lamenta, al respecto, que esas acciones no se vean contempladas desde la gestión del territorio y que exigen cambios, nuevas alertas y patrones.

“Si bien, la comprensión del espacio geográfico y sus relaciones requieren ese acercamiento y observación in situ propio del geógrafo, el replantearnos el desempeño de nuestro quehacer abre posibilidades en el propio pensamiento geográfico. Es decir, desde la revisión y contrastación teórica de las relaciones espaciales y los fenómenos que hoy vemos de restricción en el uso del espacio, del acercamiento y aislamiento social, en la recopilación de información de diversas fuentes, catastros, estadísticas, cartografías, estudios, etc., podemos fortalecer nuestro análisis de lugares, territorios, de paisajes, regiones y geosistemas que se enmarcan en un medioambiente afectado por una crisis sanitaria mundial. Podremos revalorizar lugares desde la microescala y repensar nuestras ciudades y sus espacios de encuentro, la prestación de servicios o la convivencia. Aún más, podremos alzar una mirada amplia del espacio geográfico en una escala macro, mirando las regiones que hoy se vinculan en los efectos y modificaciones que el virus ha generado. Todo ello nos permite entender mejor aún que, simplemente, no estamos tan aislados como pensábamos”, reflexiona Alvarado.