Inauguración del Magister en Praxis Comunitaria 2018_Expertos internacionales evalúan el rol de los medios comunitarios para enfentar la discriminación
La investigadora del MIT, Sasha Costanza-Chock, quien trabaja por los derechos de colectivos carcelarios, de travestis y trabajadores sexuales en EEUU, actualiza el debate de género derivado de la discusión en los medios durante la inauguración del año académico de la Escuela de Psicología y el Magister en Praxis Comunitaria y Pensamiento Sociopolítico. Comparte las principales conclusiones de su trabajo centrado en los movimientos sociales, la justicia de los medios y el diseño desde la comunidad que, a su vez, se centra en los movimientos por los derechos de los inmigrantes y los derechos LGTBQ. En particular sobre la praxis queer que suma a otros marginados como encarcelados, migrantes y otras minorías interseccionales como raza, clase, género, sexualidad, discapacidad y otros ejes de identidad. “Claro que esto es respecto de lo que queda fuera de la miradas de las élites y los grupos de poder político”, advierte sobre un trabajo permanente que crea campañas participativas que buscan construir contrapoder para estos colectivos.
La iniciativa a la que denomina “Transformative media organizing” recurre a la creación de medios y plataformas desde la comunidad que, sirven de bloque opositor a los mass media que comunican y perpetúan la discriminación. “Cuando hablamos de interseccionalidad nos hacemos cargo de que ya no existen clases jurídicas ni derechos civiles cuando cuentas con más de una atribución de minorías como ser mujer, negra, pobre o campesina, por ejemplo. Marginaciones múltiples propias de matices de dominación construidas no sólo por el patriarcado sino por los colonialismos o el capitalismo”, sostiene sobre la necesidad de articular estas redes.
A un nivel práctico, Sasha cuenta cómo en EEUU, han logrado levantar campañas informativas sobre los abusos que sufren estos grupos invisibilizados dentro de las cárceles gracias a un sistema integrado y permanente de publicación de cartas y la edición de periódicos de interés específico. Por otro lado, han asumido la defensa de jóvenes trans y trabajadores sexuales imprimiendo manuales para la primera defensa legal en envases de condones y cosmetiqueros, ante la acción violenta de la policía. “Este tipo de materias urgentes no se trabajan desde un escritorio, sino en terreno y con acciones concretas”, cree la activista.
En el conversatorio, acompaña a Costanza-Chok, el profesor de Política y Comunicación en el Departamento de Medios y Comunicaciones del London School of Economics and Political Science, Bart Cammaerts quien puso un acento en el uso de los medios como arietes de los grupos de poder y la aparición de grupos de poder extremistas en la actividad titulada “Debates transdisciplinarios y acción política”.
El gran problema de las izquierdas
El escenario es complejo, dice en cuanto las izquierdas siguen defendiendo un paradigma que ha fracasado ante una arremetida de la ultraderecha que ha sabido leer, pero no solucionar, dice Cammaerts sobre lo que denomina “el gran problema de las izquierdas”
“La llamada tercera Vía en los años 90 dio la bienvenida a los años 2 mil con una idea errada de que era posible desarrollar un proyecto progresivo dentro de los sistemas neoliberales. Así vimos las gestiones de Bill Clinton en EEUU, Gerhard Schroeder en Alemania y Tony Blair en Inglaterra junto a otros países ubicados a la izquierda o a la centro izquierda donde quedaron varados en busca de respuestas a los principales por qué”, cree el comunicador.
Para Sasha Costanza-Chok, los discursos de izquierda han pasado a hablar del decrecimiento y menos de un exitismo que les ha sido esquivo. En América Latina, asegura, se está buscando incorporar al pensamiento indígena en contra del concepto de desarrollo y como base para la búsqueda de soluciones que van más allá del reformismo. “Pero estamos llegando a un momento en el que no nos quedan muchas generaciones más por delante como para tranquilizarnos. El capitalismo y el extractivismo están destruyendo el planeta. Si pensamos en cómo salir de eso, debemos reelaborar completamente modelos que no están basados en cómo va a crecer la economía. La izquierda vieja se quedaba en ese concepto. Buscaba lo mismo, pero bajo el control del obrero, pero al final del día era la misma cosa: no consideraba los recursos naturales como algo finito que es algo que sabemos hoy”, señala, la activista.
“Creo que hay que tener una vista descolonizadora, pero también feminista y también anticapitalista. Si entras solo con una de esas, no encontrarás ninguna solución radical, pues el anticapitalismo sin una crítica feminista o indígena, te llevará indefectiblemente a un comunismo que sigue siendo extractivista y que te ofrece economías creciendo al costo de destruir el planeta. Por ejemplo, la Directora Operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, plantea que la mujer puede avanzar en ser más como el hombre y ganar millones de dólares… pero eso nos dejaría donde mismo: un feminismo sin critica capitalista nos llevaría completamente a la destrucción”, cree.