Jornadas de Etnografía dialogan sobre poder y resistencia_Dr. Sebastián Monsalve: “No investigar a los militares es un error que ya hemos cometido antes”

Jornadas de Etnografía dialogan sobre poder y resistencia_Dr. Sebastián Monsalve: “No investigar a los militares es un error que ya hemos cometido antes”


El mundo militar como un espacio de poder inexplorado por la etnología es un campo abierto pero de barreras infranqueables, plantea el antropólogo Dr. Sebastián Monsalve. Nada nuevo, si lo comparamos con las altas cúpulas de la iglesia o las del empresariado más feroz, entre otras. Durante su exposición acerca de los desafíos del antropólogo en este trabajo, destaca una mirada que –asegura- ha naturalizado las lógicas de la violencia institucionalizada de los ejércitos.

“No investigar etnográficamente a los grupos militares en su formas de relacionarse y formarse es un gran error que ya hemos cometido antes. Estas élites que conviven e influyen sobre la sociedad son un objetivo que no ha sido abordado en Chile con profundidad”, señala Monsalve quien ha desarrollado trabajo de campo en España y Argentina sobre el tema.

“Si bien existen trabajos sobre cadetes y jóvenes que se forman en academias militares, no hay mucho sobre oficiales de alto rango más allá de investigaciones documentales o indirectas. Esto ocurre porque las milicias históricamente se protegen de las miradas externas. Las sienten como una agresión”, dice sobre obras de la especialidad puntuales que apenas reflejan la cotidianidad de los aspirantes a soldados y que reflejan solamente la relación de las bases militares con su entorno físico.  “Hoy se requieren nuevas perspectivas de investigación”, invita a sus pares asistentes a las primeras Jornadas de Etnografía en la UAHC.

“Son las autoridades de la armada quienes enseñan cómo hacer la guerra y disfrazan a los jóvenes militares. Es esa mirada que es presentada muchas veces como teoría la que es interesante de conocer como objetivo. De hecho en mis investigaciones busco desnaturalizar la mirada sobre el mundo militar y reflexionar sobre la distancia de sus actores con el sujeto común”, dice exhibiendo las típicas postales de la Junta Militar del Golpe de 1973 versus otras realidades de violencia descafeinada en los desfiles españoles donde los niños suben a los tanques o los soldados exhiben sus armas al público como fetiches.

Monsalve recomienda no caer en lecturas morales o dejarse seducirse por el personaje. Él mismo reproduce material audiovisual donde militares jubilados exponen su visión como “soldados sin uniforme” que lamentan falencias tácticas “contra el enemigo”, pero no reconocen vulneraciones a los DDHH.

“Un gran obstáculo de estas investigaciones es que hacer una lectura moral no sirve mucho pese a que los consideremos malas personas. Finalmente sus lógicas son distintas a las de los civiles, pero en el fondo son personas igual. Los militares mayores te recalcan que “cuando se sacan el uniforme o salen del cuartel son personas comunes y corrientes, sin embargo mi hipótesis es que no lo son. Ellos son personas como cualquier otra, que han sido criados y formados para pensar y hacer la guerra. Nosotros no. Eso es lo que los hace diferentes y objeto de estudio. Su lógica será la de teorizar y justificar la violencia. Al menos a mí me cuesta tener esa empatía, pero el problema es la seducción con el sujeto. Quizás si te tomabas una cerveza o un whisky con Pinochet, el hombre resultaba alguien entretenido como persona de carne y hueso. Pero ahí está distancia del etnógrafo. Quizás un punto de diálogo posible fuesen estas lógicas políticas, pero por fuera de eso no hay otro marco. La etnografía puede ofrecer una explicación a muchas de estas interrogantes sobre el mundo militar. Puede ayudarnos a generar esos marcos de interpretación posibles sobre los milicos, al igual que con la iglesia o los empresarios porque logra desnaturalizar sus prácticas”, recomienda.


Trabajo etnográfico en la cárcel

“Etnografía del poder, la represión y la resistencia” fue una de las mesas de la actividad organizada por el Magíster en Antropología de nuestra universidad que reunió ponencias sobre distintas lógicas de la violencia. Junto a Monsalve, la antropóloga Natascha Roth compartió sus resultados como parte del trabajo de campo en dos penales chilenos titulado “Que o la tumba serás de los libres: reflexiones sobre la etnografía en la cárcel”.

Las principales dificultades para acceder a un relato verídico por parte de los internos e internas de la cárcel, el cambio de paradigmas en materia de rehabilitación o la diferencia entre una observación participante que se sumerge en este entorno respecto al entrevistador más esporádico fueron parte de su exposición.

El objetivo de las “Jornadas de Etnografía” es reflexionar sobre problemáticas de la investigación en terreno, sus ámbitos metodológicos, técnicos y analíticos, en temáticas como el trabajo con pueblos indígenas, desplazados y otras áreas sensibles. El resultado se publicará como un dossier temático sobre el rol que cumple la disciplina a nivel social y académico.