La cuenta del 21 de mayo, la (des) confianza y las contradicciones

La cuenta del 21 de mayo, la (des) confianza y las contradicciones

Por José Orellana (*)

Habitualmente, tras cada Cuanta Anual de los gobiernos, los personeros y ciudadanía oficialista quedan conformes con los contenidos de la Cuenta, mientras los opositores, provengan de donde sea – derechas u otras izquierdas – quedan insatisfechos.

Más allá de las dificultades de ‘redacción/contradicción temática’ que se pueden leer de la Cuenta, existió un elemento articulador no abordado suficientemente, quizás por los desordenes de las calles de Valparaíso, la sensible muerte de un funcionario municipal, o bien por lo poco atractivo del instrumento hoy por hoy. Sin perjuicio de lo anterior, el llamado a reconstruir la Confianza que realiza la Presidenta fue el siguiente:

“Y hoy los convoco a todos, hombres y mujeres, trabajadores, estudiantes, profesores, parlamentarios y científicos, artistas y emprendedores, partidarios de la coalición de gobierno y de la oposición, a reconstruir nuestras confianzas, a trabajar unidos y en diálogo franco y transparente para aprovechar esta oportunidad histórica” pág. 5

Esta Confianza se ha colocado en entre dicho producto de los escándalos de corrupción que involucran la financiación de la política por parte de algunas empresas; tráfico de influencia/abuso de poder, donde ella misma se encuentra afectada producto del que hacer de su nuera e hijo; el logueiragate, caso que reviste una connotación sobresaliente por estar involucrado el cemento del partido UDI; y milicogate, simbólicamente intenso, cuando se tiene como telón de fondo el aparente mal uso de la Ley Reservada del Cobre. Qué decir de la colusiones de pollos, papeles higiénicos, farmacias y otros. Se suman los escándalos de la Iglesia Católica, situación delicada, cuando se entiende que la misma, o una parte de ella, estuvo involucrada en la defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura cívico – militar,  entre otras.

Esta tensión de la Confianza también podría tener explicación de tipo estructural, cuando de la transición pactada a la democracia se refiere, donde el sistema político permitió la desafección de lo público desde la ciudadanía, en su expresión de representación política e inclusive de participación, también política como ciudadana (abstención electoral y publico – social, respectivamente). Con esto se quiere indicar que la Confianza tensionada no sólo es patrimonio de las posibilidades de inversión nacional o extranjera respecto de los niveles de crecimiento económico. Se tiende a encasillar mañosamente el lenguaje, funcional a nuestra clase empresarial, sobre todo cuando la CPC y la SOFOFA declaman contra la falta de confianza.

En esta línea, la Cuenta Pública permite constatar que se han logrado pasos para revertir esta tensión en la Confianza. Uno de ellos hace referencia a las reformas políticas, como son el fin al sistema electoral binominal, modificación de la ley de partidos, mayor financiación pública de la actividad política, mayores estándares de probidad, Proceso Constituyente, entre otros. Este último reviste una importancia mayor, ya que, en definitiva, será por lo que se le recuerde a la mandataría, dado que sentó las bases para inaugurar el diseño de otro marco institucional que indefectiblemente movilizará a toda la comunidad política y sociedad civil (se espera), para darse esa Nueva Moral y Ética republicana que debiera contribuir a una Nueva Confianza.

Se espera que esa concreción, que aspira a lograr Nuevas Confianzas Nacionales, permita entre varias cuestiones molestas que se pueden identificar en la Cuenta Anual: desmontar ideas como la de Minería Sustentable, tratamiento hídrico sin referirse a los derechos de aguas, sistemas de concesiones draconianos para los ciudadanos, entre otros. Estos y otros elementos mantienen la desconfianza política y ciudadana que en esta cuenta anual aún no se pudieron despejar.

 

(*) José Orellana Yáñez es Doctor (c) Instituto IDEA de la Universidad de Santiago de Chile. Magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile. Licenciado en Geografía y Geógrafo, Pontificia Universidad Católica de Chile. Docente de la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Academia de Humanismo Cristiano.