Lanzamiento de libros de la geógrafa UAHC Ximena Valdés_Relevan lucha y resistencia de las mujeres alfareras en el mundo rural
Se trata de los libros “Mujeres de Tierra y Fuego: Loceras de Pilén” y “Oficios y trabajos de las mujeres de Pomaire”, cuyo lanzamiento organizó la Escuela de Geografía UAHC en el marco de las conmemoraciones del 8 de marzo.
El despliegue de oficios femeninos en el mundo rural es el hilo conductor de las historias que la destacada geógrafa, doctora en Estudios americanos y académica de la UACH, Ximena Valdés, pone de relieve en estos dos libros que otorgan voz a mujeres cuya vida cotidiana y trascendencia ha quedado muchas veces silenciada y oculta en los relatos oficiales.
“Pilén y Pomaire son lugares significativos en la geografía chilena, están en zonas pobres, son zonas de poblamiento campesino donde han quedado como residuos estas aldeas alfareras donde antes, probablemente a comienzos del siglo XX, todas las mujeres del campo hacían ollas y vasijas. Hay un aspecto interesante de destacar que es cómo la memoria logra comunicar distintas etapas históricas y resituar a las mujeres en su propia resistencia: resistencia a casarse, a la descomposición de las economías campesinas, al brutal patriarcado”, dice Valdés.
“Mujeres de Tierra y Fuego: Loceras de Pilén” visibiliza la importancia de la alfarería como elementos de enlace y continuidad entre pasado y presente, de resistencia cultural y la significación económica que ésta tienen para la supervivencia de las campesinas. En co autoría con la antropóloga Paulina Matta, “Oficios y trabajos de las mujeres de Pomaire”, recopila testimonios de mujeres de esta zona desde el siglo XIX hasta la década de los 80.
Ambas publicaciones muestran cómo las mujeres adquieren autonomía en un mundo cerrado y tradicional y le otorgan a las alfareras y loceras, explica Valdés, “un lugar que pocas veces tienen lugar en la historia de la lucha de las mujeres, que son luchas cotidianas y resistencias históricas que también tenemos que resignificar y destacar”.
Sobre el origen de estas investigaciones, Olga Grau, académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile y una de las presentadoras de las publicaciones, se refiere a cómo la experiencia de Ximena Valdés y el hallazgo de la calabaza de Bellavista, en la zona de San Felipe, cuando era estudiante de arqueología, marcó su trayectoria y la convierte en recolectora de voces de mujeres. “Ximena dará forma en el tiempo al cultivo de su propio recipiente donde guardará las palabras de las mujeres, la expresión de sus formas de vida en sus lugares propios de asentamiento. La calabaza se constituye en un fondo memorioso que la conducirá al oficio de recolectora de voces de mujeres ligadas a la tierra, el barro y el fuego. Se asemejará de algún modo a ellas en ese conocimiento del vacío que hay en las loceras en la confección de sus ceramios. Las loceras dan existencia a ese vacío para hacerlo ser contenedor de aguas, semillas y alimentos. (…) Amasa sus textos con lo que las mujeres le han hecho saber, recogiendo sus voces y trayéndolas a la escritura, haciéndoles un lugar en el lenguaje, en la historia. Casi analfabetas, las loceras encuentran en el trabajo a través de otra mujer su presencia para ser reconocidas”, dice Grau.
Loreto Rebolledo, directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, comenta “Oficios y trabajos de las mujeres de Pomaire”, y manifiesta su valor en tanto logra visibilizar de la vida, los trabajos y el pensamiento de las mujeres rurales, pero también es significativo en términos metodológicos. Se trata de un trabajo con “historias de vida que permiten iluminar y mostrar no solo cómo las mujeres se situaron frente a esos cambios, sino también da cuenta de las transformaciones en Pomaire. (…) Todo lo que tiene que ver con el hogar, la loza, la hacen las mujeres, para quienes fabricar esas piezas implica la posibilidad de abrir y ampliar su mundo no solo en términos de moverse en su localidad a partir de la venta, ese mismo trabajo alfarero les permite generar ingresos. Llegar con dinero implicaba una mejora en la posibilidad de comprar ciertas cosas para la casa, las sitúa en un lugar distinto en sus casas y pueden tener la posibilidad de casarse o no, de armar pareja o no”.
El lazo establecido con las protagonistas de estas historias de Pomaire y Pilén, le permitió a Ximena Valdés dar a conocer la cultura de una generación de mujeres nacidas entre 1917 y 1949 desde una inmersión en su vida cotidiana y en sus espacios de conversación. “Ximena nos da un saber haciéndonos parte de un camino recorrido como transmisora de una cultura de mujeres que refiere a oficios, memorias de experiencia e historias de vida”, concluye Grau.