Los Copihues de Rodolfo Carter: La disputa del territorio
Por Cristopher Ferreira
Los Copihues es un barrio perteneciente a la Comuna de la Florida; el cual tiene como límites Av. La Florida, Av. Walker Martínez, Calle El Parque y Calle Chacón Zamora. Como se puede apreciar, la existencia limítrofe con aquellas avenidas hacen de la población un lugar importante para el tránsito, ya sea público, privado y peatonal. Además, posee una mayor cantidad espacio comunitario (áreas verdes y multi-canchas), respecto a las otras villas que integran, sumando los Copihues, la junta de vecinos N° 23 (Villa Renacimiento, La Búsqueda, Villa Chacón Zamora y Villa Los Copihues) como también los sectores colindantes.
No obstante, para la Fiscalía Nacional, dicha villa es un barrio crítico en cuanto a delitos vinculados al narcotráfico se refiere. Por otra parte, el informe de ATISBA, BARRIOS CRITICOS NARCOTRAFICOS. Segregación y violencia urbana (2017) indica que la Comuna de La Florida posee 13 barrios críticos (incluyendo Los copihues). Según los datos evidenciados por este informe, del total de los treces barrios y según su población, áreas verdes por m2 y superficie de servicio por m2, el total es de 84.836 habitantes, 133.945 áreas verdes por m2 y 150.192 servicio por m2, en donde Los Copihues tienen —en el mismo orden antes mencionado— 7.664 (población), 18,998 (áreas verdes por m2) y 13.552 (superficies de servicios por m2).
Unos datos propios, y que por lo tanto no aparecen en el informe, es que del total de los 13 barrios críticos en cuanto a los mismos criterios (población, áreas verdes y superficie de servicio), Los Copihues representa un 9,03% del total en población, un 14,18% de áreas verdes y un 9,02% de superficie de servicio. Lo cual la sitúa en una posición entre comillas“favorable” respecto a las otras.
Dentro de este marco de la Fiscalía Nacional e informe ATISBA, no se problematiza la cuestión del espacio público comunitario como plataforma para la reducción de los problemas que conlleva el narcotráfico, como la violencia, el temor, el imaginario de barrio crítico y, lo más importante, la fractura de una comunidad.
Como mencioné, Los Copihues alberga la mayor cantidad de espacios comunitarios respecto a las otras villas de la junta de vecino como sectores colindantes. Por ello, cuando ha de realizarse alguna actividad, torneos de futbol, obras de teatros, carnavales, vacaciones de veranos, talleres, circos, etc., la importancia de esta villa salta a la vista. ¿Por qué entonces no hay intención por parte del Gobierno local de Rodolfo Carter de utilizar estos espacios para disputarles al narcotráfico y así entregarles a la población una mejor calidad de vida? Respuesta difícil de responder, o contestable en términos especulativos y por ello, líquido.
Desde el punto de vista político, el problema público es público cuando una autoridad le confiere ese estatuto. ¿Si no está en la planificación de Carter abocarse a solventar los problemas de las y los vecinos de esta villa, qué queda entonces por hacer? Politizar el territorio. La politización es la ampliación de los límites de lo que debe y puede decirse y hacerse. El acceso a la planificación comunal es un recurso político; en este sentido, la comunidad misma debe re-significar para re-construir el tejido social roto por la vía de la rutinización de alguna actividad. Un ejemplo de esta lucha es la actividad realizada por la parte cultural, un carnaval grande, La noche de San Juan, que recorre esta población y otras villas; un espectáculo de buen nivel y emocionante (me ha tocado estar con mis hijas y familia en ese lugar). Otro ejemplo es lo realizado por la vía deportiva, como los torneos de babyfutbol en las canchas del club “Real Madrid”. Otro ejemplo es la organización popular que siempre está al servicio y preocupación de sus habitantes, realizando talleres, compras colectivas, entrega de información, recolecta de alimentos para las vecinas y vecinos perjudicados por algún motivo, entre otras cosas.
Como hemos visto, la organización no corre por cuenta propia del Gobierno local de Rodolfo Carter, más bien, y aunque suene cliché, “el pueblo ayuda al pueblo”. En esta lucha constante, de disputa del territorio y por ello de re-significación, observamos como las organizaciones propias del territorio resultan ser capitales para emprender tal tarea, siempre vinculante, siempre nutritiva, siempre comunitaria.
(*) Estudiante de Ciencia Política y RR. II de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Diplomado en Estudios Griegos U. de Chile.