
Minorías analizan “Ley Zamudio” a dos años de su promulgación
Cuando se cumplen dos años de la promulgación de la Ley 20609, más conocida como ‘Ley Zamudio’, la cátedra de Derecho de las Minorías de la Escuela de Derecho de nuestra Universidad, reunió a representantes de diversos grupos afectados para compartir sus experiencias y dar a conocer cómo ha sido su relación con este cuerpo legal.
Las exposiciones comenzaron con Daniel Guajardo de la Corporación de Usuarios, Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad Psíquica de Chile, Corfadich, quien junto con dar a conocer cuáles son los distintos tipos de discriminación que existen en el país, expresó que el nivel de la salud y educación, entre otros servicios y derechos básicos, al ser menores para este grupo en consideración con el resto de la sociedad, tienden a la exclusión y esto genera una serie de situaciones, por ejemplo, que las patologías psiquiátricas con la edad se agraven, la gente tienda a ocultar a los discapacitados y las familias se desintegren.
Las religiones también se hicieron parte de la cita. Por la comunidad musulmana del país estuvo Jaime Vidal. En su intervención indicó que “la ley no ha sido útil debido a diversos requisitos y exigencias hacia las minorías religiosas”, además, cree que en el país existe cierta Islamafobia (miedo a los islámicos) y chiafobia (satanización de los chiíes residentes en el país).
Vidal, expresó la necesidad de que se acabe la caricatura del musulmán terrorista y que les dejen profesar su fe tranquilos y en armonía con las demás.
Otro de los grupos vulnerados es el de las mujeres al interior de la iglesia. Al respecto, la teóloga y pastora evangélica Raquel Riquelme, indicó que el patriarcado es grande en las iglesias y el rol de la mujer se limita a una sumisión, legitimando históricamente al varón.
Del mismo modo, Viviana Herrera, estudiante de derecho, contó como el rol de la mujer puede cuadrarse en diversos grupos de riesgo y discriminación: “la ley no ampara a la mujer cuando quiere hacer otras actividades distintas de la casa”, sostuvo.
Rolando Jiménez del Movimiento de Liberación e Integración Homosexual, Movilh cree que la ley está íntimamente ligada a la realidad nacional: los siete años en el congreso y la correlación de fuerzas políticas fue predominante: “esta ley tiene muchas cortapisas a las cuales se les puede poner nombre y apellido”. Además invitó a que las organizaciones ciudadanas hagan un mea culpa sobre su uso desde las organizaciones civiles: “es hora que pasen desde la protesta a la propuesta” señaló Jiménez.
Si bien todos los expositores (con diferencias) aceptan la existencia de este cuerpo legal, creen que debe ser modificado para reforzar la compensación a las víctimas y que debe existir una institucionalidad acorde a la ley: la propuesta es ampliar el rango de trabajo del Insitituto Nacional de Derechos Humanos o crear una institución nueva a cargo de la ley.
“Lo relevante fue escuchar a los grupos minoritarios afectados, con ello se logra sistematizar sus luchas y demandas sociales y en definitiva, contribuir a mejorar la política pública en materia de diversidad y no discriminación. Por otro lado la Ley 20.609, es un hito, dentro de un largo proceso que invita a las personas a usarla y a crear instancias de actoría en pro de la igualdad y no discriminación”, sostuvo Luis Cortés, profesor de la cátedra Derecho de las Minorías, organizadora del encuentro.
La actividad finalizó con una ronda de preguntas del público a los expositores.