Nicanor Parra Sandoval dice “voy y vuelvo” a los 103 años

(*) Por Luciano Ojeda

Ganador en dos oportunidades del Premio Municipal de Literatura deja una obra gigantesca e innovadora que recibió importantes premios como el Nacional de Literatura, el Juan Rulfo y el Cervantes. Una larga y productiva vida como profesor, académico y poeta, polémico y vanguardista, ha terminado hoy cuando se anunció la muerte del poeta chileno, creador de la “antipoesía”, Nicanor Parra Sandoval, en la comuna de La Reina en Santiago.

Nacido el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, en la actual Región del Bío-Bío, Parra llegó a Santiago en 1932 para estudiar sus últimos años de la educación secundaria en el Internado Nacional Barros Arana de la capital. Allí compartió con algunos notables intelectuales de su generación como Luis Oyarzún y Jorge Millas.

Durante el año 1933 ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile donde estudió matemáticas y física y se tituló de profesor en 1937 mientras trabajaba como Inspector en el INBA.

Publicó su primer libro, Cancionero sin nombre en 1937, aunque antes ya había comenzado a escribir para la Revista Nueva del Internado Barros Arana. Con esta obra ganó el Premio Municipal de Literatura y comenzó a ser considerado, a pesar de sus apenas 23 años, como un poeta destacado e incluido en algunas antologías

Con una beca del Institute of International Education viajó en 1943 para estudiar Mecánica avanzada en Brown University, Estados Unidos, y a su regreso en 1946 fue nombrado Profesor de Mecánica racional en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Dos años después, asumió como Director interino de la Escuela de Ingeniería de esta casa de estudios.

Por la obra Poemas y antipoemas recibió en 1954 el Premio del Sindicato de Escritores de Chile y en 1955 el Premio Municipal de Literatura de Santiago.

En 1971 realizó los llamados trabajos prácticos: “Mensaje en una botella” y “La mamadera mortífera”. En 1972 dio a conocer “Artefactos” en forma de tarjetas postales y en 1985 “Hojas de Parra”.

En 1972 comenzó a enseñar literatura a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de su Alma Mater, la Universidad de Chile, donde permaneció por 22 años, formando parte del Departamento de Estudios Humanísticos. En el Departamento de Geología dictó clases a los futuros ingenieros que a fin de curso debían entregar una carpeta de sus propios Artefactos para aprobar el ramo.

En 1999 en la Inauguración del año académico se le otorgó la Medalla rectoral de la Universidad de Chile.

El poeta también recibió importantes reconocimientos durante su centenaria vida, como el Premio Nacional de Literatura (1969), el título de Doctor Honoris Causa en la Universidad de Brown (1991); el Premio de Literatura Iberoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991); Honorary Fellow en la Universidad de Oxford, Inglaterra (2000); Premio de Literatura Hispanoamericana Reina Sofía (2001).

En 2011 se le distinguió con el Premio Cervantes, convirtiéndose en el tercer chileno en ser galardonado con este premio del Ministerio de Cultura de España, que se otorga a los autores más destacados de la literatura hispanoamericana.

En 2014, durante el año de su centenario, la Dirección de Cultura de la I. Municipalidad de Santiago realizó una serie de actividades conmemorativas que contemplaron la participación de distintas organizaciones de vecinos de la comuna que hicieron sus propios “Artefactos” en una atractiva muestra que terminó exhibiéndose en el Hall del edificio consistorial.

Durante las últimas semanas la familia del escritor había intentado reunir la obra del autor. Esto ya que, en el marco de un inventario, habían detectado que faltaban algunos manuscritos del poeta, lo que generó un ambiente de polémica que está lejos de terminar.

(*) Encargado Premios Municipales de la Municipalidad de Santiago y Egresado de Periodismo UAHC