Rector Bengoa junto a alcaldesas de Santiago y Providencia presentaron libro sobre violencia en la ciudad
“Violencias en una ciudad neoliberal: Santiago de Chile” da cuenta de los resultados de una investigación que revela los distintos tipos de violencia que se manifiestan en tres sectores de la capital, tanto en el espacio público como en el privado. Se trata de violencias asociadas no solo al nivel socioeconómico de los involucrados, sino también al género de víctimas y victimarios.
La investigación sobre las violencias en Santiago formó parte del proyecto “Puntos de inflexión del conflicto urbano: violencia, ciudades y reducción de la pobreza en el mundo en desarrollo”, un esfuerzo colaborativo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Manchester (Caroline O.N. Moser y Dennis Rodgers), con instituciones asociadas de Kenia, India, Suiza y Chile. En nuestro país, el estudio fue realizado en conjunto con SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación.
El libro, de los autores Alfredo Rodríguez, Marisol Saborido y Olga Segovia, fue presentado por las alcaldesas de Santiago, Carolina Tohá y de Providencia, Josefa Errázuriz, quienes junto al rector de la Academia de Humanismo Cristiano, José Bengoa, coincidieron en señalar que dicha publicación es un aporte para quienes intentan hacer las cosas distintas y para tomar conciencia de las reales dimensiones de la violencia.
El texto, incorpora los resultados de un estudio que indagó sobre la violencia en tres sectores de Santiago de distintos niveles socioeconómicos: El Castillo, en La Pintana; Contraloría, en La Florida, y La Dehesa, en Lo Barnechea.
“Nos basamos en un análisis de la implantación de un modelo económico neoliberal en la ciudad, algunas de cuyas manifestaciones han sido los arreglos territoriales y las transformaciones vinculadas a erradicaciones, una nueva estructura municipal, las privatizaciones de los servicios públicos, que se dieron a partir de septiembre de 1973, que influyeron en el actual ordenamiento de la ciudad y que permiten explicar las nuevas violencias que en ella se dan”, describe Olga Segovia, una de las autoras del texto.
Uno de los principales hallazgos del estudio fue que la violencia no se limita a las áreas pobres, sino que ocurre en los tres sectores analizados. Sus causas, identificadas por las personas entrevistadas en los tres sectores, se asocian a los resultados del modelo neoliberal impuesto a la ciudad, que se expresan en agudas desigualdades económicas y sociales, las cuales derivan en diferentes formas de violencia.
“Es así como en el sector El Castillo, donde viven familias de bajos ingresos, la violencia es consecuencia de la exclusión y falta de oportunidades; entre las elites de La Dehesa se relaciona con la acumulación de riqueza y su conservación, junto con el temor a los desposeídos; mientras que en el barrio Contraloría, de La Florida, un sector de ingresos medios, la violencia se presenta en un contexto en el cual las personas luchan por mejorar su estatus, dedicando gran cantidad de tiempo al trabajo, lo que genera altos niveles de estrés y rupturas familiares”, explica Marisol Saborido, una de las autoras del estudio.
Las principales causas de los problemas de violencia estructural identificadas por las personas entrevistadas de los tres sectores, se refieren a las profundas desigualdades económicas y sociales existentes en Santiago. En La Pintana se menciona específicamente la falta de oportunidades, de educación, de trabajo y de dinero. En cuanto a las violencias de tipo cultural identificadas, remiten al machismo, el consumismo e individualismo, presentes en los tres sectores. El estrés y la presión del sistema son destacados en La Florida; y la cultura ganadora, con su correlato del temor a los otros, en La Dehesa.
Según explica uno de los autores del libro, Alfredo Rodríguez, el aporte del libro “se basa en incorporar una perspectiva que relaciona territorio, modelo económico y género, a la hora de formular políticas públicas para enfrentar la violencia urbana, el temor y la inseguridad”.