Se conmemora un nuevo aniversario del Día del Trabajador Social

Se conmemora un nuevo aniversario del Día del Trabajador Social

Noventa años se cumplen de la creación de la primera Escuela de Trabajo Social en Chile y Latinoamérica, y 23 desde que la Escuela de Trabajo Social de nuestra casa de estudio abrió sus puertas en 1992 para forma a profesionales comprometidos con la realidad social.

En una nueva conmemoración, la Academia quiso reconocer a parte de la generación que ingresó ese primer año a nuestra Escuela de Trabajo Social, en una ceremonia  que contó con la participación de académicos, estudiantes y autoridades tanto de la universidad y del Gobierno Regional Metropolitano.

La vicerrectora Loreto Hoecker destacó que “es innegable el aporte del trabajo social al desarrollo del continente, es una búsqueda que surge desde la cuestión social y se hace cargo de ella. Hay que reforzar el compromiso con la sociedad y la formación teórica ayuda a la necesidad de reforzar ese compromiso”.

Hablar de la Escuela de Trabajo Social de la Academia, es hablar de Lucía Sepúlveda quien, junto con mostrarse agradecida de poder organizar esta actividad, manifestó que “el trabajo social chileno cumple 90 años, 60 años de la organización de las trabajadoras sociales chilenas y su colegio profesional. Es un desafío, no tenemos claro aun como poder derribar la desigualdad social. Aunque si bien son los mismos pobres de siempre, quizá la pobreza actual sea más brutal que la de años atrás”, indicó.

El actual director de la Escuela, el profesor Pablo Miranda destaca la importancia del compromiso: “las ganas de transformar la realidad, nos atraía una profesión que ayuda a la transformación social en una profesión ligada a los procesos históricos” invitando a repensar la transformación académica para llegar al trabajo social del siglo XXI.

Teresa Cordero, egresada de la generación que ingresó en 1992 recuerda que le costó “el teorizar lo practicado desde los 15 años. Tenía la vocación, pero no sabía si iba a rendir. Tenía susto, ha bajado el perfil del trabajador social, parece ser únicamente un tramitador de cosas. Me encantaría ver un rol más activo del trabajo social”.

La actual CORE, María Antonieta Saa (PPD) fue una de las patrocinantes del proyecto que le devolvió el grado universitario a la carrera “casi todas las carreras que tenían licenciatura, pero un alto componente femenino, en dictadura, perdieron el grado universitario (…) el gran mérito es de Lucía (Sepúlveda) que también gestionó el que vuelva el grado universitario”.

La actividad además contó con la exposición del trabajo de la historiadora María Angélica Illanes, quien presentó su trabajo Trabajo social chileno, 90 años: los sellos fundacionales y los llamados del presente” donde hace un tránsito desde la primera época de la profesión  abordando la historia de la mujer no solo desde el sufragismo, contando cómo se transitó desde la etapa fundacional del trabajo social, el primer gran periodo de crisis en los sesentas, los nuevos desafíos de la democracia y su rol en el periodo 1970 en adelante.

En la oportunidad se reconoció a los estudiantes de la generación que ingresó en 1992, a la señora Lucía Sepúlveda y a la actual CORE (diputada en su momento) María Antonieta Saa.