Seminario instala a la niñez como motor de la sociedad
Diversos expertos explicaron la necesidad de que la infancia deje de estar excluida y que los niños y niñas de Chile, desde su nacimiento, empiecen a tener un papel activo como ciudadanos.
En el marco del convenio de colaboración entre la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y el Museo de la Memoria, el pasado 13 de enero se efectuó el Seminario “Niñez, Ciudadanía y Formación en Derechos Humanos”, con el apoyo del Consejo Nacional de la Infancia, la Organización Mundial de la Educación Preescolar y Red Solare Chile.
La idea es poner en debate la necesidad una visión igualitaria de las niñas y niños en una sociedad que históricamente los ha invisibilizado y los ha privado de ejercer una ciudadanía activa y real.
“Este es un proyecto que coincide con nuestros valores… Escuchar a los niños, escuchar sus experiencias humaniza a la sociedad. Buscamos construir una propuesta donde los niños sean partícipes ya que la Formación Ciudadana no parte en el colegio sino mucho antes, cuando se nace”, manifestó el rector de la Academia, Pablo Venegas.
Y en la agenda pública el tema de la infancia y su nuevo rol está empezando a ser discutido, en la búsqueda de generar los marcos legales necesarios para que se pueda desarrollar.
“La infancia debe aprender a sentirse útil y parte de la sociedad. Pensar en niños y niñas como sujetos de derecho… Queremos que los niños se sientan ciudadanos y no esperar a que tengan 18 años, cuando ya se sienten fuera del sistema. Niños que desde pequeños construyan identidad”, expresó Enriqueta Jara Illanes, jefa de División de la Subsecretaría de Educación Parvularia del Ministerio de Educación.
“Buscamos un cambio de paradigma, de una relación igualitaria, como sujetos de derecho, como ciudadanos y motor de cambio en la sociedad. Pero no es tan simple hablar de niño de derecho en lo cotidiano por el no respeto de los adultos con los niños. El cómo no son vistos, cómo no son considerados como personas”, comentó Estela Ortíz Rojas, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia.
Son siete las leyes relacionadas con la niñez que se están elaborando por el Gobierno. Dos de ellas ya se encuentran en el Congreso: Ley de Garantías de Derechos de la Niñez y Subsecretaría de la Niñez.
“El ser sujeto de derecho es más que una palabra. Es poner al niño en el centro no sólo en salud o educación sino de todo. Sin considerar al niño en el centro es imposible el desarrollo del país. Es un modelo de sociedad diferente”, añadió Ortiz.
En el marco del programa de Formación Ciudadana, por segunda ocasión se les preguntó a menores entre 4 y 18 años, con una participación de 900 mil niños, qué necesitan para sentirse parte de la sociedad.
“Entre lo que más valoran está el respeto y la participación. No sólo de lo que pasa en el recreo en el liceo sino también de las políticas en educativas. Ser actores de su educación, actores políticos”, agregó.
Experiencias para debatir
Mientras el Gobierno intenta que las leyes superen la fase parlamentaria, otras organizaciones ya vienen trabajando en experiencias con la niñez.
La Universidad Academia de Humanismo Cristiano trabaja en un plan de Formación Ciudadana con colegios, orientado en el enfoque de derecho, modelo de ciudadanía ampliada y participativa, ciudadanía plena de niños y niñas e imperativo educativo de construcción de ciudadanía temprana.
“El modelo de ciudadanía más conocido en Chile impide la ciudadanía de los niños ya que sólo se ejerce cuando tienes 18 años y votas en los canales formales. El modelo es lo que la ley otorga y no hay posibilidad de ciudadanía activa y ampliada…. Estamos en un Estado que ni siquiera es garante de los derechos de niños y niñas”, manifestó Beatriz Areyuna, docente de la Academia.
En el trabajo de seis meses que realizó la Universidad se pudo visualizar que los niños demandan más derecho a la calle que la que tienen hoy en día. Además, mejoró la autoestima de los menores y subió el diálogo generacional. Sin eso, no hay posibilidad de una ciudadanía activa”, añadió.
En tanto, Karina Villarroel, de Red Solare, hizo hincapié en la didáctica instalada por el educador Loris Malaguzzi en la localidad de Reggio Emilia, Italia, posterior a la Segunda Guerra Mundial.
“Es una escuela para contener y terminar con el dolor de niños y niñas. La escuela no pretendía escolarizar sino dar voz y expresión… los niños en Chile están a la suerte del adulto que les tocó. La política de Malaguzzi exige que los niños sean reconocidos como ciudadanos, ser visibles, ser respetados y no discriminados, participar y decidir sobre lo que les concierne, y tener derecho a que se les considere su pensamiento”, explicó.
Por último, Mariela Bravo, encargada del programa “Promoviendo los DDHH” en el Museo de la Memoria, contó la experiencia que ha tenido a partir de 2015 con el proyecto que está dirigido a niños del primer ciclo básico, que está divido en cuatro etapas: bienvenida, experiencia sensible, construcción y resignificación y despedida.
“No es un adoctrinamiento de lo que debe sentir sino de sensibilidad, que se apropien del espacio… En la parte de construcción y resignificación es donde los niños pueden hacer una propuesta personal, escribiéndole a un personaje para resignificar un derecho o instalar otro derecho. La mayor parte de las propuestas va dirigida a la Presidenta. Tienen voz, es un espacio de silencio, de opinar”, comentó Bravo sobre un proyecto que ha crecido exponencialmente y buscan seguir consolidando.