Sobre economía social y sustentabilidad_Académicos/as del Instituto de Humanidades actualizan propuestas por la acción climática en nuevo libro
Las controversias entre las economías extractivas, la sociedad y la sustentabilidad medioambiental son abordadas en el texto “Sociedad Civil por la Acción Climática 2020. Análisis de la Contribución Determinada a Nivel Nacional de Chile y Propuestas desde la Sociedad Civil por la Acción Climática”, obra editada por la ecóloga Fernanda Salinas Urzúa donde participan diversos docentes de la UAHC.
El compilado de ensayos convocó a diversos académicos y especialistas en la materia, en particular los profesores de la cátedra básica Economía, Sociedad y Naturaleza, Raul González, Hernán Torreblanca y la profesora María Luz Trautmann, perteneciente al Núcleo de Docencia e Investigación en Ambiente y Sociedad, (NIDAS).
Los docentes analizan, de manera crítica y desde una perspectiva ciudadana, algunas nociones política climática considerando aspectos tecnológicos, sociales, culturales y económicos que vayan en la línea de la construcción de una sociedad inclusiva que armonice la relación entre seres humanos y naturaleza. Es el caso del capítulo dedicado a “Economía Social y Solidaria y Cambio Climático”, donde se analiza las crisis del metabolismo entre humanidad y naturaleza en términos de equilibrio y sostenibilidad.
Al respecto, la académica del NIDAS, María Luz Trautmann, se refiere a la factibilidad de un cambio y un giro hacia una política económica no extractivista en el escenario neoliberal actual. “En términos de política económica, supongo que el escenario neoliberal esta por acabarse. Es altamente probable que de aquí a dos años tengamos una nueva constitución. Los temas socioambientales nos han llevado a cuestionar la relación sociedad naturaleza, y con ello a condenar el extractivismo, al surgimiento de movimientos sociales en un intento por la defensa del medio ambiente”, manifiesta la docente y agrega que junto a los problemas medioambientales, surgen también actores – en muchos de los casos conectados en red- que han podido influir en las decisiones políticas y detener algunos proyectos, o al menos incorporar alguna mitigación al daño ambiental.
“Recordemos el caso de Río Cruces y Celulosa Arauco o el caso de la campaña “Patagonia sin represas”, y el proyecto HidroAysen, proyecto que fue finalmente rechazado en el 2014. Dicho de otra forma, el giro hacia una política no extractivista, tiene como condición necesaria la construcción de un movimiento social amplio que sea capaz de instalar un discurso que denuncie los efectos medioambientales de las actividades extractivas. Un movimiento social que sea capaz de visibilizar los efectos en las comunidades y construir leyes de protección para los luchadores locales”, argumenta. La profesora advierte que la disminución de actividades extractivas podría ir afectando directa o indirectamente el empleo. En ese sentido, señala que es también necesario promover prácticas de economía social y solidaria que disputen espacio a prácticas económicas guiadas por la lógica de la ganancia.
Propuestas sustentables
La docente del Instituto de Humanidades y economista de la U. de Chile, presenta algunas propuestas para tender hacia un futuro sustentable económica y ambientalmente. “Desde la perspectiva de la política pública, es importante el tema tecnológico, así como los temas tributarios para ir desincentivando prácticas económicas reñidas con temas medio ambientales. Ello se hace más evidente en el caso de la agricultura ejercida por las comunidades campesinas versus la agricultura industrial”, asevera Trautmann.
Otra propuesta dice relación con la proteccion y visibilización a las comunidades locales que realizan prácticas ancestrales para la utilización de los bienes comunes. Al respecto señala la académica, el Premio Novel de Economía Elinor Ostrom, muestra mas de 5000 casos de comunidades que han sido capaces de gestionar bienes comunes en formas sustentable.
Asimismo, Trautmann explica que en el caso de Chile, se necesitan avances también en un nuevo código de aguas, nuevos ordenamientos territoriales, nuevas políticas urbanas, divulgación de temas científicos y el concepto de derechos de la naturaleza, entre otras cosas. “En suma son innumerable los temas que se abren al considerar la relación entre sociedad y naturaleza, sin embargo, el avance hacia una sociedad sostenible, no pasa exclusivamente por el saber de los expertos, sino que se trata de consideraciones políticas y donde hay también juego de intereses”, remarca la economista asegurando que en definitiva, las prácticas que denominamos economía social y solidaria, terminan siendo vitales en el diseño de una transición hacia la sostenibilidad.
Puedes acceder al contenido del libro a través del siguiente enlace