Sobre inclusión de personas sordas en la UAHC_Conversatorio sobre discapacidad en la educación superior reunió crítica y testimonios en la Academia
El primer Conversatorio “Discapacidad en Chile ¿Somos realmente inclusivos en educación superior?” reunió a representantes de la comunidad sorda, ciega y alumnos de la Academia que reflexionaron sobre esta retórica pregunta. A través de testimonios y el diálogo, se valoraron instancias sobre la materia al interior de las universidades chilenas (incluida la UAHC) pero también se tomó nota sobre una serie de asuntos pendientes en materia de inclusión.
La instancia, que busca generar discusión sobre el desafío que representa para las comunidades de educación superior avanzar hacia la inclusión de la comunidad sorda, se preguntaba sobre el escenario actual, un tránsito hacia la inclusión y el diálogo que existe con comunidades de personas ciegas y sordas, por ejemplo.
El equipo ejecutor del proyecto de lengua chilena de señas en la Academia David Pons, Cristina Pinto, Solange Pérez y Carla Vera, inauguraron un encuentro al que asistieron interesados de diversas organizaciones. Vera, estudiante de cuarto año de la carrera vespertina de psicología advirtió que de nada sirven proyectos de ley ni nuevas normativas que apoyen la inclusión si el cambio no viene acompañado de una sensibilidad social genuina. “Adquirir esa conciencia es un primer paso fundamental, es nuestra conciencia la que hace el resto para alcanzar una inclusión real en materia educativa”, señaló.
Felipe Guzmán, de la Dirección de Asuntos Estudiantiles aportó en ese sentido planteando que proyectos como el de lengua chilena de señas y este tipo de conversatorios hablan acerca de lo que se está diciendo a nivel social en materia de discapacidad. Valoró también el trabajo de los estudiantes organizadores. “Esto es algo que nos obliga, como universidad, a pensar más allá del mero concepto de inclusión y evaluar el impacto social de estas políticas”, dijo respecto de iniciativas como estas que se enmarcan en un proyecto estudiantil acompañado por la DIRAE y Co-financiado por el Ministerio de Educación y la UAHC.
Los testimonios de Luis Vera, sociólogo y miembro del colectivo “Palos de ciego”, de la alumna de Trabajo Social, Soledad Toro y Juan Pablo Ibarra, profesor de lengua chilena de señas, aclararon una serie de perspectivas sobre el debate que plantearon la controversia necesaria para enriquecer la ronda final de preguntas. Vera compartió datos relevantes de la última Encuesta Nacional de Discapacidad 2015 que sienta interesantes precedentes sobre escolaridad y estrato económico de personas con diversos grados de discapacidad y respecto a la inclusión académica.
“El promedio de años de escolaridad de una persona sin discapacidad en Chile es de 12 años, en cuanto a personas con discapacidad es de 8 años y medio, es decir apenas alcanza a cubrir la educación primaria. De cada 5 personas sin discapacidad, una llega a la Universidad, pero en discapacitados la misma cifra baja a menos de 1 por cada 10”, dice Toro acerca de la manera en que el nivel socioeconómico determina abrumadoramente el destino de muchos.
Segregación escolar e inclusión universitaria
Sobre la pregunta que guía el conversatorio, Vera identifica dos enfoques que aíslan a la población con discapacidad y que genera barreras tangibles y otras concretas. “Existe una mirada actitudinal y otra material que es propia de nuestra historia y los últimos 40 años que advierten una falta de políticas inclusivas o lo hacen desde actitudes lastimeras como la Teletón. Existe además una educación que en vez de ser inclusiva es segregadora”, dice el experto quien se desempeñó en la Academia como parte de un proyecto de inclusión de alumnos.
Coincide con él Soledad Toro, alumna de trabajo social de la UAHC y funcionaria de la Municipalidad de Santiago. Como mujer ciega, describe una relación de amor y odio con su condición desde que perdió la vista. Recuerda que acceder a la Academia fue considerado por ella como una oportunidad para ella y la universidad. “Cuando hablamos de inclusión, debe ser desde la cabeza a los pies”, explicó al reconocer que la desigualdad es un efecto que vive en su vida cotidiana. Por su parte, Juan Pablo Ibarra, el monitor del taller de Lengua de Señas Chilena en la UAHC se refirió a las dificultades para insertarse en la educación tradicional desde niño cuando se es sordo. “Donde hablar con señas era sinónimo de comunicarse como los monos”, describe con humor. Sin embargo, redefine una situación clave sobre el mote de la discapacidad: “Yo vivo en un mundo donde ustedes son los que determinan quién es un discapacitado. Yo no me siento discapacitado”, advierte.
Revisa en esta galería las imágenes del encuentro sobre discapacidad que tuvo lugar en la Academia