Sobre proceso constituyente_Diputado Gabriel Boric en la Academia:“Hay que participar de la discusión. No podemos permitir que el gobierno cierre por arriba el proceso constitucional”

Sobre proceso constituyente_Diputado Gabriel Boric en la Academia:“Hay que participar de la discusión. No podemos permitir que el gobierno cierre por arriba el proceso constitucional”

“No podemos desaprovechar esta oportunidad. Es importante militar u organizarnos. Son estos momentos de crisis de legitimidad los que sirven para pensar y que surja otro Chile. Si no decidimos nosotros, otros lo harán”, señaló el Diputado Independiente por Magallanes Gabriel Boric sobre la participación en el proceso constituyente que se desarrolla actualmente en el país.

Invitado por el Instituto de Humanidades de la U. Academia de Humanismo Cristiano, Boric dictó la conferencia “Reflexiones políticas sobre el proceso Constituyente”, en el marco del seminario “Lecturas Latinoamericanas Contemporáneas. Debates sobre el Proceso Constituyente en Chile”.

En la oportunidad el parlamentario señaló que “hay que participar de la discusión. No podemos permitir que el gobierno cierre por arriba el proceso constitucional”, agregando que este proceso no terminará con lo que finalmente decida La Moneda, “debemos  continuar con esto. Debemos ir más allá”.

En ese sentido, dijo que si bien el proceso de reformas tiene un efecto desmovilizador, abre un camino a las fuerzas políticas emergentes.

“Más que actuar por generar una mayor crisis, hay que organizarnos y entender que este es un proceso largo, los procesos históricos lo son. No caigamos en la ansiedad del presente y la decepción. El llamado es a la organización”.

Sobre la crisis de representación política actual, dijo que “las instituciones de dominación siguen funcionando sobre nosotros, y si bien hay un descontento y el parlamento está con desaprobación, es muy probable que para las próximas elecciones vuelvan a salir los mismo congresistas, porque no hemos sido capaces, desde la izquierda, de generar otras alternativas. Estamos trabajando para ello, pero hay mucha pega pendiente”.

En ese sentido, manifestó que “hay que desconfiar del Congreso, no hay que confiar en los parlamentarios como institución. El Parlamento hoy día, tal y como está compuesto socialmente, es un representante de los intereses de la clase dominante en Chile”.

Es más, Boric, plantea que  “el parlamento hay que utilizarlo, pero no hay que confiar en que éste puede cerrar el proceso constituyente, esto dependerá de que los sectores progresistas podamos actuar con un mínimo de racionalidad”.

Para la concreción de una Asamblea Constituyente, considera necesario vincular lo social con lo político: “si lo social va a estar permanentemente desconfiando de cualquier instancia política, al final siempre otros terminarán decidiendo por nosotros”.

Ante las críticas que señalan que el movimiento social no ha acuñado la demanda de una nueva Constitución, manifiesta que “es gracias a los movimientos sociales que se ha ido instalando la necesidad de un cambio Constitucional. Yo creo que sin el 2011 y el movimiento estudiantil, la nueva Constitución no hubiera estado en el programa del Gobierno. Pensar que porque un grupo de izquierda marginal se va a restar del proceso constituyente le va a quitar legitimidad al mismo, es tener una arrogancia tremenda. Los movimientos sociales son como una marea, mientras más tratan de ponerles la mano, se expanden por el lado”.

Izquierda Autónoma

Acerca de las divisiones que costaron recientemente su salida de Izquierda Autónoma, el Diputado por Magallanes indica:  “La división que se dio en la organización en la que yo militaba es inexplicable a la luz del contexto político nacional. Tenemos buenas razones para argumentar el quiebre. Si no fuimos capaces de ponernos de acuerdo entre nosotros internamente, cómo pretendemos ser mayoría de algo para poder incidir en algo. Es una cuestión bien frustrante. Fue un  proceso de aprendizaje brutal”.

Explica que habían diferencias en torno a cuatro cosas: en la forma de construcción, sostenían una sola tesis y sin fisuras; había una centralidad en lo educacional; una valoración diferente de los espacios de disputas electoral; y principalmente en una concepción diferente de amplitud de la organización a construir.

“Hoy, si bien el movimiento estudiantil es el más dinámico, capaz de convocar a más capas de la sociedad chilena, no  es suficiente para la emergencia política de una alternativa revolucionaria. Y no todas las contradicciones del capitalismo chileno se explican en la subsidiaridad, también están los conflictos ambientales, el feminismo, pueblos originarios y centralismo; y son temas que siempre han sido mirados secundariamente por la izquierda tradicional”.

En ese sentido,  agrega que “nuestra apuesta hoy es la construcción de un movimiento político amplio, que se defina más que por su esencia y centralidad sin fisuras, por sus límites. Que su preocupación vaya mucho más allá de una disputa educacional, porque eso no solo pone un freno al crecimiento orgánico, sino también político. Hoy en día hay que ser una alternativa real a los partidos de la Nueva Mayoría, incluso al PC; tener autonomía del empresariado y una inclusión en las fuerzas sociales más allá de la educacional”.