Solo con mayor capacidad científica Chile podrá superar la pandemia

Solo con mayor capacidad científica Chile podrá superar la pandemia

Carta publicada en El Mercurio

Señor Director

Ha generado preocupación la decisión del Ministerio de Ciencia que, a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), anunció suspender durante 2020 las nuevas convocatorias en todas las líneas de financiamiento destinadas a cooperación internacional. Esto ha afectado a programas cómo Becas Chile, cursos cortos y de mediana duración en el extranjero, los concursos Modalidad Estadías Cortas (MEC), Redes, y diversos cursos de idioma, entre otros.

Cabe al Ministerio de Ciencia y a la ANID informar oportunamente y al detalle el sentido de esta redestinación de recursos, y si se trata de recortes, proponer formas de compensar, al corto y mediano plazo, esta inversión esencial para el país. Si bien existe plena conciencia en el mundo académico de la necesidad de tomar medidas de ajuste ante contingencia del COVID-19, y reorientar la inversión pública, también cabe advertir que políticas de recorte de fondos para investigación dejan en entredicho la necesidad de potenciar la producción de más y mejor conocimiento en las diversas áreas de la investigación científica y cultural.

Universidades, investigadores y centros de innovación y desarrollo científico necesitaremos articular una defensa activa de la continuidad de las investigaciones en curso, especialmente durante los próximos meses.  Esta contingencia nos ofrece la oportunidad de analizar una serie de mejoras al programa Becas Chile, entre otras, la petición histórica de flexibilizar la retribución de los/as becarios/as y mejorar sus condiciones de empleabilidad al regresar al país.

El 2020 muestra un escenario particularmente difícil para las universidades, afectadas por la contracción general del ciclo económico. Por ello es necesario garantizar que el Estado apoye activamente la ejecución de actuales proyectos, y si se trata de prórrogas y suspensiones de plazos, que estas se ajusten a sus objetivos y diseños originales. Las políticas de austeridad y de reducción presupuestaria deberían apuntar a los gastos militares, que lógicamente no se aprecian prioritarios en este momento. Tampoco se deberían alentar nuevos subsidios a grandes empresas, que habiéndose acogido a la Ley de Protección del Empleo han repartido utilidades entre sus accionistas. Solo con una capacidad científica vigorosa podremos reaccionar rápido ante esta pandemia y ante otras amenazas similares, que con mayor certeza que nunca, sabemos que constituyen el mayor y más claro riesgo que enfrenta Chile.

Cordialmente

Álvaro Ramis, rector UAHC