
Tiempos de migración, unión civil y ley de divorcio_Las semánticas que redibujan a la nueva familia chilena
Nuevas formas de entender a la familia chilena a la luz de hechos tan tradicionales como la Constitución y tan contingentes como la migración fueron parte de las reflexiones que planteó el Seminario “Semánticas familiares: nombrando, identificando y practicando los vínculos”, organizado por La académica Javiera Cienfuegos, parte del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Escuela de Sociología de nuestra universidad.
La Doctora en Sociología de la Universidad Libre de Berlín, Alemania, especializada en sociología de las emociones compartió panel con la académica Claudia Mora quien se refirió a la política laboral que penaliza el trabajo de la mujer respecto a su naturaleza reproductiva. La síntesis exploró las dificultades que sufren en aspectos como tensiones, malos tratos y diferencias salariales respecto a sus pares masculinos. “Los hallazgos que hemos hecho indican que estas diferencias se producen a nivel transversal, tanto en profesionales como no profesionales”, explicó Mora sobre experiencias que suelen agudizarse con la edad de la mujer.
En este apartado, el panel en el que participaron también las investigadoras Rosario Undurraga y Adriana Zapata, abordaron respectivamente, la percepción negativa que la vejez tiene entre el género femenino y las alternativas que proponen a nivel social las nuevas familias en el contexto transnacional.
Le siguieron Catalina Arteaga con la exposición “Posicionamiento social, familias y desigualdades de género”, Julieta Palma “Cambios en el proceso de formación familiar y sus implicancias en los arreglos residenciales de las familias jóvenes en Chile” e Isabel Margarita sobre “Familias chilenas en el neoliberalismo consolidado: nuevas formas de significar la clase y el sexo”.
Una realidad paralela de la vejez y la niñez entendidas como tales en Putaendo, a pocos kilómetros de Santiago da cuenta de una ruralidad a veces ignorada por las instituciones y la academia. “Continuidades y reconstrucciones”, la ponencia de Pamela Caro indagó en la manera en que el género atraviesan el lugar de la infancia y la ancianidad, cuando el debate de la educación, el sexismo y las pensiones siguen presentando deudas en las grandes ciudades. En estos lugares, la colonización del trabajo genera gran parte de la identidad masculina y una edad de jubilación que alcanza los 88 años, explica Caro.
Manuela García y su trabajo “Apego en cuidados alternativos: Un estudio comparativo con cuidadores y niñ@s” se refirió a una estadística de las residencias de los menores con familias de acogida y familias biológicas que resignifica lo que la sociedad entiende como “familia”.
Urgencias y definiciones tradicionales
Las definiciones institucionales en ese mismo aspecto cruzaron todas las exposiciones: las nuevas dinámicas familiares que contrastan las antiguas representaciones del núcleo básico de la sociedad y nuevas realidades como las uniones civiles, parejas homosexuales, las familias migrantes o la ley de divorcio. En tal sentido, Javiera Cienfuegos se refirió a las deficiencias de las definiciones de la Constitución y el Código Civil entre otras nominaciones heteronormativas y monogámicas respecto a lo que significa hoy la familia caleidoscópica.
Las desigualdades ante la ley que generan estas antiguas convenciones son, para Cienfuegos, temas urgentes que se enfrentan a un contexto también dinámico como el de las promesas presidenciales que lo hacen difícil de proyectar junto a otras problemáticas detectadas en el seminario como la ruralidad, el trabajo infantil o la escolaridad.
“Esto es algo complejo que hay que ver después de las elecciones porque cada candidato tiene su agenda programática y énfasis. Pero un tema muy potente es el del género y tal, como lo retrataron las colegas es un tema en el que hay muchas aristas y mucho camino por recorrer. Puede ser el más demandado o más evidente, pero no el que tenga una solución más rápida. Quizás el tema más olvidado es el de la ruralidad, como dice Pamela Caro sobre el tipo de pasatiempos de la gente en Putaendo, uno nota que el mundo rural es una realidad que dimos por pasada y que no existe, pero si existe y sus necesidades también”, señala la socióloga.
Deja planteadas otras investigaciones pertinentes para el debate como la necesidad de nuevas políticas de conciliación trabajo-familia o del interés superior del niño y su desarrollo, que deberían articularse en torno a los objetivos OCDE y ONU que persiguen los países de la región, pero que no concuerdan con la realidad. “Cuando se habla de muchos de estos temas se pasa por alto que quien cuida al niño es una madre. Por lo tanto, los estados generan políticas potentes en defensa de los niños y su bienestar, pero la política descuida las normativas de salud de esas madres, por ejemplo. Madres pendientes de trabajar y cuidar a su familia a la vez. Este es un gran tema a desarrollar”, agrega.