Titulada de la UAHC es co-autora_Premiada obra textil recupera la memoria de mujeres afrodescendientes en Chile
La instalación “Recordis: pequeño fragmento de un tejido para nombrar” se inaugurará en el Museo de la Memoria durante el primer semestre de este año y formará parte del catálogo de arte contemporáneo indígena y afrodescendiente de la Subdirección de Pueblos Originarios. En el marco de una nueva conmemoración del 8 de marzo, destacamos el trabajo de sus autoras.
Mujeres afrodescendientes que habitaron nuestro país y dejaron huellas de su existencia en distintos momentos históricos, son las protagonistas de la obra “Recordis: pequeño fragmento de un tejido para nombrar”, un memorial textil que nos acerca a 20 relatos dolorosos y valientes. Sus autoras, Jocelyn Reyes, titulada de la Escuela de Licenciatura en Historia de la UAHC, y Javiera Asenjo, artista visual de la Universidad de Chile, fueron reconocidas con el segundo lugar en la última versión de AX: Encuentro de las Culturas Indígenas y Afrodescendientes. Organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través de la Subdirección de Pueblos Originarios del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, el concurso distinguió las obras de creadoras y creadores representantes de los pueblos Mapuche, Aymara, Rapa Nui y Tribal Afrodescendiente chileno.
Jocelyn y Javiera pertenecen al pueblo Tribal Afrodescendiente chileno y para la creación de Recordis utilizaron materias primas y prácticas textiles ancestrales de los pueblos nativos americanos y africanos. Con tierra y barro tiñeron cuerdas de algodón y unieron las piezas con hilo de lino rojo que vincula las historias y les da una continuidad cíclica más que lineal. “Chile desde el siglo XVI hasta los inicios del XIX también fue parte de la economía esclavista, la que sin duda tiene repercusiones sociales hasta nuestros días. En este sentido, la obra está pensada y creada con materias primas y técnicas textiles que también fueron introducidas por el comercio transatlántico y que se producen en estos territorios”, precisan las autoras.
Compuesta por 20 piezas textiles, la obra nos recuerda que la presencia africana en Chile es parte de un proceso constante. “Trabajamos con algodón, vinculado a la economía esclavista, y que en algún momento fue llamado el oro blanco. Es dúctil, suave, pero con una historia marcada de sufrimiento”, explica Jocelyn Reyes. Cada pieza es un caso y juntas conforman una especie de memorial textil. Hay historias de mujeres del siglo XVI, pero también está la de Joane Florvil, afrodescendiente haitiana que hace cuatro años murió en Santiago tras ser detenida por el supuesto abandono de su hija, en una cadena de actos de discriminación y racismo que volvió emblemático su caso.
“Joane habitó nuestro territorio en el siglo XXI. El racismo y el colonialismo siguen imperando en estas corporalidades negras, la discriminación y el racismo. Hicimos una indagación que nos aproximara, desde una reflexión afrodescendiente, a la presencia africana en el país. Fuimos recopilando distintas fuentes históricas como los procesos judiciales. Es importante comprender que para la diáspora africana la linealidad del tiempo es ambigua, por ello la memoria es relevante para recuperar y reinterpretar nuestra historia. Empezamos a buscar litigios judiciales donde las mujeres fueran nombradas y categorizadas racialmente como mulatas, negras, pardas”, dice Jocelyn Reyes sobre el origen de la instalación.
En su investigación, las autoras encontraron relatos y documentos que dan cuenta de la valentía de mujeres que se enfrentaron a un sistema judicial que les negaba su existencia. “En algunos casos ellas demandan a sus ‘amos’, a sus ‘amas’ por exceso de trabajo o de golpes. Pero ellas también son demandadas por fuga, por abortos o por malos partos”, dice Reyes.
De esta forma, el trabajo interdisciplinario que las autoras vienen realizando en conjunto desde el 2017, desde la historia y las artes visuales, da como resultado una creación que releva la memoria y el oficio textil. “El acto de recordar es un constante renacer de la memoria, cada semilla recuerda su ciclo cuando es sembrada en tierra fértil”, nos afirman.