Tomás Moulian:_“La superación del capitalismo sigue siendo la gran tarea de la humanidad”

Tomás Moulian:_“La superación del capitalismo sigue siendo la gran tarea de la humanidad”

Con conferencia del Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2015, la Escuela de Sociología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano dio inicio del año académico.

El pasado miércoles 5 de abril la Escuela de Sociología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano inauguró su año académico con la satisfacción de haber recibido la acreditación por 5 años.

“¿Podemos avanzar y convertirnos en la mejor escuela de sociología? Es el objetivo que debemos plantearnos ya que estamos en el tramo superior, sólo superado en acreditación por la Universidad Católica y la Universidad de Chile”, expresó el director Patricio Escobar.

Y en este contexto, el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2015, Tomás Moulian, presentó la conferencia “Breves reflexiones sobre la Revolución Bolchevique”.

“Estamos en el año del centenario de la primera revolución socialista, que marca el Siglo XX por las expectativas que generó”, expresó el sociólogo y cientista político al inicio de un análisis sobre la acción rusa.

Moulian también detalló algunas situaciones que, a su juicio, marcaron la debacle del movimiento. El primero de ellos, la flexibilidad de sus ideas desde los albores de la revolución.

“El primer punto es en 1918, cuando firmaron el acuerdo con Alemania. Y luego en 1921 con la colectivización del alimento. Todo proceso de cambio se demora en dar resultados, pero el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) le devolvió la tierra a sus dueños. Ese fue el segundo punto de flexibilidad”, comentó.

Con la llegada de Boris Yeltsin al poder en Rusia la utopía marxista se terminó por desmoronar. Tomás Moulian, apoyado de las teorías de pensadores como Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci y León Trotski, explica cuáles fueron las detonantes.

“Gramsci señala que la acción tenía que hacerse en un país capitalista, pero partió en Rusia que era un país campesino. El capitalismo debía madurar para realizar la revolución marxista. La revolución no sucedía en el occidente avanzado sino en el oriente atrasado”, explica.

A ello se le sumó el fracaso del ideal socialista en Alemania, lo que le impidió al PCUS aumentar sus redes, lo que recién vino a suceder en 1949 con la Revolución Comunista en China.

“La Revolución en Alemania se intentó en 1920 y estaba más adelantada que Rusia en 1917, pero no se dio. Eso le hubiera permitido a Rusia salir de su aislamiento… Para Trotski el fracaso en Alemania fue un duro golpe. Era necesaria la mundialización, ya no se concebía el socialismo en un solo país”, añade.

Pero las críticas al proceso de emancipación rusa no solo se detienen en algunos sucesos sino también en la burocratización y la falta de participación en el proceso del PCUS.

“Para Rosa Luxemburgo -teórica marxista de origen judío- se beneficiaba solamente a los partidarios de la revolución. Y la libertad es para todos, si no es una libertad ficticia que no es para nadie”, cuenta.

Pese al fracaso, Tomás Moulian considera que la tarea continúa siendo reemplazar el capitalismo que inunda al mundo, y que tiene a Chile como una de sus máximas expresiones tras el fallido ideario del Gobierno de la Unidad Popular.

La superación del capitalismo sigue siendo la gran tarea de la humanidad. Un socialismo participativo está por surgir. Esa es la tarea del Siglo XXI”, manifestó.

Para el Premio Nacional, hay que “bucear por las teorías bolcheviques” ya que no se puede repetir lo mismo. “El socialismo del Siglo XXI tiene que ser participativo. No se pueden repetir procesos socialistas que deriven en burocratizaciones de la sociedad y donde se elimine la participación porque eso es fatal”, explicó.

Una tarea para nada sencilla ya que los sectores populares de la sociedad participan de la dinámica del consumo instalado en la sociedad neoliberal, donde la libertad está solo planteada desde lo económico.

“El gran intento de la Unidad Popular fue la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas, pero no se pudo ampliar la base política de la coalición. Eso llevó al desastre. Entonces, son tareas sumamente complejas, sumamente difíciles. Pero primero hay que pensarlas… Pensar en el socialismo del Siglo XXI es una tarea por escribir, que habría que hacer a través de organizaciones políticas que caminen en direcciones distintas a los llamados partidos tradicionales”, finalizó.