Tras un discreto balance de su ejecución_Académica UAHC analiza iniciativa “Mascarilla 19” como una medida ineficaz contra un problema estructural

Tras un discreto balance de su ejecución_Académica UAHC analiza iniciativa “Mascarilla 19” como una medida ineficaz contra un problema estructural

Luego del primer balance de la iniciativa contra la violencia de género denominada  “Mascarilla 19”, realizada por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, la directora de la Escuela de Derecho de la UAHC, Silvana del Valle, criticó la medida señalando que se trata de una acción copiada desde otras latitudes, sin la perspectiva necesaria de la realidad nacional. Cuestionó, además, el hecho de que el Estado delegue la responsabilidad de resguardar la vida de las mujeres en riesgo en corporaciones con fines de lucro, como lo son las empresas farmacéuticas.

“Mascarilla 19” es una medida que fue lanzada hace poco más de un mes, con el fin de ofrecer un canal de ayuda para mujeres víctimas de violencia, en el marco del confinamiento sanitario frente a la pandemia del Covid-19. La idea de fondo era que a través del concepto clave “Mascarilla 19” enunciado frente a dependientes de farmacias, las mujeres vulneradas en sus casas, pudieran ser contactadas por carabineros e instituciones de apoyo contra la violencia intrafamiliar. Según la autoridad de gobierno, hasta la fecha, 30 mujeres recurrieron a esta estrategia en todo el país. 11 de ellas, efectivamente, para pedir auxilio en casos de violencia intrafamiliar.

Desde la promulgación del dispositivo, muchas organizaciones feministas han criticado su efectividad por diversas razones. Al respecto, Silvana del Valle indicó: “En primer lugar, el empleado de farmacia no tiene esa obligación desde el punto de vista laboral, no ha sido contratado o contratada para esa situación, no se le paga para que realice este tipo de funciones y, lo que es más grave, traslada hacia el sector privado una obligación que es del Estado. Quienes tienen que apoyar a las mujeres que tienen riesgo vital, son las instituciones públicas, partiendo por las policías”, explica la abogada e integrante de la coordinación nacional de la Red Contra la Violencia hacia las Mujeres.

Contra un problema estructural

Al mismo tiempo, Del Valle argumentó que la capacitación que se propone para la medida, es básica. “Es solo un instructivo el que se les hace llegar a los empleados de farmacias, lo que es insuficiente para tratar un tema como la violencia hacia las mujeres. Además, pone en riesgo a los empleados y empleadas a que escale la situación de violencia que pueda estar viviendo la mujer que acuda a la farmacia y que, en definitiva, el agresor de esta mujer, termine agrediendo no solo a la mujer, sino también a los funcionarios y funcionarias. Es una medida muy temeraria”, dice.

Finalmente y respecto del alcance de la medida a pocas semanas de su puesta en marcha, la docente cree que la violencia intrafamiliar no es algo que afecte a solo 30 mujeres en todo el país y que, la publicidad del número de emergencias 1455, tanto ahora como en la administración anterior del ministerio, sitúa la violencia contra la mujer en una categoría exclusiva de relaciones de pareja, de orden conyugal o de convivencia de pareja adulta. “No revisa el problema de la violencia contra la mujer como lo que realmente es: un problema estructural, que está en la base de la sociedad y que, además, es continuo a lo largo de la vida de las mujeres. Esto afecta no solo a mujeres adultas en situaciones de pareja, sino que también a niñas, jóvenes, adultas mayores en una diversidad de relaciones. En el caso de la violencia doméstica, por ejemplo, existen hijos, padres, hermanos, tíos que agreden a las mujeres de distinta forma y una medida como esta, claramente, no va a abarcar situaciones como aquellas”, aseveró.

Artículo publicado en Diario U.Chile