Una explicación sobre el Ayni y el Ayllu: Hoy por ti, mañana por mi
(*) Por Julio Mamani
Soy el primero de mi familia que viaja en avión. Mi nombre es Julio Mamani, soy boliviano y estudio en segundo medio en el Liceo de Valle de Codpa de Arica. En noviembre pasado junto a mi colegio fuimos parte de los finalistas del Concurso TRANSFORMA sobre propuestas de cambio social organizado por la UAHC y por eso visité Santiago. Participaron 11 colegios de todo Chile.
Nuestra propuesta fue un mural con ideas andinas colectivas basadas en el Ayni, el Ayllu y la Pachamama. La idea de fondo era que, a través del grafiti propuesto, el valle del que venimos no siga quedándose vacío y pueda atraer más turistas y mantengan en el pueblo a quienes trabajan y viven en él. Ya sean los ancianos y más jóvenes que viven allá y puedan vender su fruta y su ropa, porque ellos tejen con lana.
El Ayni y el Ayllu, son dos expresiones propias de mi cultura y se las puede explicar con ejemplos. Mi mamá le dice a mi tía: “ayúdame hoy y yo te ayudo mañana”, eso se llama Ayni, es como el hoy por ti mañana por mí. Es decir, ayudarse mutuamente. Por otra parte, el Ayllu es toda la comunidad que se ayuda de esa manera, el valle entero. Yo me siento parte del Ayllu, me siento uno con las personas de allá, un integrante del valle.
En mi cultura el Ayni y el Ayllu se practica mucho. Por ejemplo, para hacer un mural como el que propusimos, primero se juntan las personas y exponen sus ideas, de cómo va a ser el mural, de qué se va a tratar y así entre todas las personas están practicando el Ayllu, la comunidad. Y cuando se juntan, por ejemplo si un vecino se olvida de la reunión, otro se lo recuerda: “vecino, vamos a la reunión”. Y al otro día es al revés, el otro vecino se olvida y su vecino se lo recuerda. Eso es el Ayni: ayudarse.
En mi familia nadie antes viajó en avión y me dijeron “disfrútalo”. Me desearon suerte, mis hermanos, hermanas y mi polola. Yo tenía muchas ganas de conocer Santiago y aunque no ganamos, la ciudad me gustó muchísimo. Creo que es como Las Vegas. Lo que me gustó son las casas antiguas que se parecen a las de Washington, los edificios, los parques verdes y la comida. Especialmente los sándwiches. Me podría venir a vivir aquí si es que pudiera.
Como reflexión, puedo decir que una cosa que me llamó mucho la atención de Santiago y que creo que me afectó harto, es que en la capital no se practica ni el Ayni y ni el Ayllu. Esa es una gran diferencia entre una ciudad como ésta y un pueblo, una cultura.
*Alumno de segundo medio del Liceo Valle de Codpa de Arica. Participante del Concurso TRANSFORMA de la UAHC con el proyecto “Ayni Andino, mural Étnico Comunitario”