El Modelo Educativo de la Universidad destaca por su visión crítica—transformadora de la educación y la sociedad. Inspirado en la promoción y defensa de los derechos humanos y de la democracia, tiene como principios básicos la valoración del desarrollo sustentable e inclusivo, con especial énfasis en la equidad y la eliminación de todo tipo de discriminación; la construcción de un espacio educativo con una mirada abierta y pluralista, que hace del pensamiento crítico un sello formativo de su docencia; y la participación como un valor central de la gestión académica e institucional.