Ante una crisis de medios_Construyendo el futuro de los medios en la era de la precarización y las fake news
La más reciente premiación del concurso Periodismo de Excelencia, el más reconocido barómetro del estado de la crónica chilena, dejó interesantes lecciones para su audiencia. En una de ellas, el conferencista invitado, Pedro Doria, una pequeña celebridad del periodismo brasileño y editor de Canalmeio, señaló que el periodismo de hoy “exige una dedicación cercana al sacerdocio”. Desde su asiento, un reconocido editor local le dio un codazo a su acompañante para bromear en off the record con que por acá ya se vive el oficio con una pobreza franciscana.
La principal tendencia de la temporada fue el premio a varios trabajos colectivos realizados desde diferentes países y a través de plataformas como portales web, podcasts, textos infográficos y pequeños sitios de reporteo que superaron en calidad y alcance a los grandes medios del duopolio. El director de la carrera de periodismo de la Academia, Felipe Cisterna, destaca entre estos proyectos a la Radio Ambulante. Una experiencia sui generis que recrea historias novedosas de la región con el apoyo de Google.
“Los informes muestran que la atomización de medios dio paso a una audiencia que se sofistica y comienza a comprar contenidos de nicho. Que deja de seguir un diario centenario y se suscribe a un podcast que le cuesta 3 dólares al año lo que, a la larga, le genera al gestor de ese podcast, un público de miles de seguidores que logran sostener esta experiencia con buenos resultados y calidad”, explica el profesor. “Esto te demuestra que la crisis no es del periodismo sino de los formatos”, agrega Cisterna.
Del otro lado de este modelo que decae se encuentra la precarización laboral de ese periodista de viejo cuño. Un destino en el que el contenido de calidad ha dado lugar al clickbait y ha generado un lector que en promedio sólo lee artículos de 500 palabras. “Si lo piensas, en nuestra industria la crónica nunca ha tenido condiciones óptimas para desarrollarse. Siempre se ha enfrentado a situaciones adversas que se han extendido en el tiempo hasta hacerla insostenible. Creo que crónica extensa, escrita con el tiempo necesario y espacio requerido pueden contarse con los dedos de una mano, actualmente”, cree la periodista y doctora en Literatura Latinoamericana Patricia Poblete. La académica realiza actualmente tres investigaciones FONDECYT y CONICYT sobre el origen del magazín el reportaje y la crónica más cruda.
Precisamente uno de estos proyectos permitió realizar recientemente una clase magistral del periodista Óscar Martínez, editor del sitio investigativo de Nicaragua “El Faro”. En ella, Martínez contaba cuáles son las diferentes estrategias para mantener un medio digital en números azules. El secreto es mantener en alto la calidad de la investigación y rechazar cualquier estrategia publicitaria como los fake news o los clickbaits: “Un periodista puede hacer hoy cinco noticias al día o hacer dos a la semana, en cualquiera de sus formas será un mal negocio si es que no se considera la calidad. Para muchos medios, un reportaje extenso es sinónimo de menos espacio para llevar publicidad. Por eso muchos medios se han convertido en una pizzería en donde el tiempo de entrega lo es todo”, sentencia el autor de las sobrecogedoras investigaciones “La Bestia” y “Los migrantes que no importan”.
Escuelas de vanguardia
Ante esta precarización creciente, el ecosistema periodístico tiende cada vez más hacia el digital. Un espacio que exige nuevos y nuevas profesionales ante nuevas problemáticas. Sin embargo, el sistema educativo de las universidades tradicionales persiste en formar periodistas para TV, radio y la redacción clásica, creen los profesores de la escuela de Periodismo de la Academia. “Así es como, si hoy un periodista especializado en música, crítica de cine o de arte debe formarse a sí mismo ya fuera de la universidad, lo ideal sería que se constituyera en esas disciplinas desde dentro de la carrera”, cree el profesor Cisterna, magíster en Ciencias de la Comunicación y especialista en periodismo digital. “Por lo general lo que se produce son periodistas y egresados útiles para un antiguo paradigma de redacción y de cobertura periodística”, agrega.
Uno de estos egresados es el periodista Javier García, ex alumno de la UAHC y hoy cronista de la sección cultura de diario La Tercera. Si bien reconoce que pertenece a una camada antigua, también lamenta que los jóvenes reporteros carezcan en gran parte de referentes literarios o periodísticos. Para él la pérdida de nuevos cronistas producto de dicha precarización y falta de preparación, sienta un precedente preocupante en el que simplemente ya no se los necesita. “Los medios que hoy luchan por tener más visitas en internet deberían ganar justamente más público por la calidad de su material y no por la cantidad o por la rareza de los productos o notas que ofrecen”, señala sobre el debate.
Como un punto de partida para la reinvención complementa con la idea de que el periodista es quien debe fortalecer su relato: “Narrar una historia, por más breve que sea, requiere audacia, precisión y cierta originalidad. Una fórmula de escritura que alcanza un estilo propio cuando quien la escribe va más allá de lograr poner en el texto las reglas básicas del periodismo”, señala el también poeta autor del libro “Último paseo”. Ese carácter del autor parece ser la clave para resistir la crisis de los medios. Una especie de marca personal para convertir en la que las escuelas de periodismo como la de la Academia han puesto interés.
El también profesor de la carrera de periodismo de la UAHC, Rodrigo García Núñez, relaciona este momento de cambio (para bien o mal) de la prensa con la falta de interés de un lector por leer prensa, elevar el nivel de su debate y una desidia de parte de quienes deciden la oferta informativa en medios tradicionales como la TV. “Las razones del porqué suceden estos errores son muchas. Una de ellas es porque la presión por dar “el golpe noticioso” o tener la “exclusiva” no da tiempo para revisar lo que se produjo. No quiero pensar que los otros motivos sean por desconocimiento o falta de interés por cumplir con nuestra principal responsabilidad, que es entregar la verdad a la opinión pública”, sostiene.
Agrega también que, en la actualidad, se ha precarizado también en equipos de revisión y fact checking, asi mismo se ha descuidado el criterio de un consumidor al que se le ofrecen pocos espacios que aborden temas de contingencia además de los del domingo en la mañana. El resto, parecen hechos a la medida del ego y lucimiento de sus comunicadores, estima sobre un escenario al que define como deplorable. “5 Porque los responsables de estos contenidos se ocupen de visar qué se publica. Que los contenidos sean desarrollados buscando y publicando la verdad. La mejor fuente de alimentación para la opinión pública son los medios y eso no lo estamos haciendo”, advierte.
Nuevos tiempos para la crónica
El emprendimiento periodístico es un nuevo paradigma que se sustenta en los nuevos formatos que van desde un canal de Youtube a un podcast donde la narrativa adquiere nueva voz como en el caso de “La Radio Ambulante” o “Relato Nacional”. Sobre este tipo de proyecciones, Cisterna cree que el nuevo periodista tendrá una función no solo narrativa sino de negocios y marketing de sí mismo.
“Si me preguntas donde vamos en la formación de los nuevos periodistas, creo que es hacia la multiplataforma. Hoy ves que los chicos terminan haciendo su canal de Youtube o realizando pequeñas historias en redes sociales. Ese es el mundo que nos espera. Cuando confeccionamos la actual malla de la carrera apostamos a estos formatos, a la transformación digital y nos hemos convertido en la única malla que ofrece 10 ramos de comunicación digital, 6 de proyección de negocios y de desarrollo organizacional. Si lo comparas con otras carreras notarás que persisten en módulos de 3 o 4 semestre de televisión o radio”, comenta la autoridad de la carrera.
Por su parte, Poblete es enfática al advertir que aún falta tiempo para hablar de una reinvención. “Aún estamos ante una crisis donde la desesperanza hace poco era total”, dice. Recuerda con asombro la anticampaña vocacional del año 2008 en la que el propio Colegio de Periodistas llamaba a los jóvenes a no estudiar periodismo para no ser “un periodista frustrado”. Entre esos pasos de avance y retrocesos menciona la decisión de los portales de El Mercurio y La Tercera que intentaron regresar a un sistema de suscripción web (que ya había abandonado a mediados de la década pasada) basándose en el modelo de negocios de The New York Times. “A la larga era mucho más barato pagar por lo que te ofrece The New York Times que suscribirte a La Tercera, aunque estemos a años luz en términos de calidad. A nivel nacional estamos siendo muy poco competitivos en el valor del contenido como para que el lector se pregunte “¿Me vas a cobrar por leer las noticias en mi celular? Fantástico!. Pero dime de qué calidad estamos hablando?”, comenta Poblete.