Docentes de la Academia participan del debate_Voluntad política e intereses extractivos como marco de la Conferencia COP 25
La vigésimo quinta Conferencia de las Partes de Naciones Unidas (COP25), la cumbre sobre el cambio climático más importante del mundo, reunirá en nuestro país a un panel de científicos/as provenientes de 197 naciones los días 2 y 13 de diciembre. La cita busca fijar criterios para el cumplimiento del Acuerdo de París y mejorar las metas de reducciones de los países entre otras políticas activas para detener la degradación ambiental y las emisiones de gases de invernadero.
La organización comprende también la creación de siete mesas de trabajo a cargo de 85 científicos/as nacionales que centralizarán la información sobre ámbitos como Antártica, Océano, Agua, Biodiversidad, Ciudades, Adaptación y Mitigación/Energía. Dentro de esta comunidad científica participa la académica de la carrera de Geografía, Dra. Daniela Manuschevich quien actualmente es parte de comisiones ambientales del Congreso.
Sobre la cita mayor, Manuschevich explica que, aunque estamos en tiempos críticos, el escenario es una oportunidad de innovar en materia de políticas públicas, de cómo se comunica a nivel local y de lograr acuerdos clave en el debate sobre el cambio climático. “El panel intergubernamental de científicos/as es una parte de miles de expertos/as de todo el mundo que investigan y modelan los efectos de las emisiones de gases invernadero, el cambio climático y sus distintas influencias en zonas del planeta. Además de proponer las formas de adaptarse a las transformaciones que esto genera en sus economías y territorios”, señala.
Agrega que el informe del panel intergubernamental anterior concluyó que antes del 2030 los países deben acordar la manera de no sobrepasar la barrera de temperatura de 1,5°C: “La reunión del año pasado de la COP24 no consiguió un acuerdo sobre ese 1.5°C y eso instala una gran tensión para estas sesiones. La voluntad mundial debe ponerse de acuerdo sobre la cantidad de emisiones y políticas requeridas para no sobrepasar ese 1.5°C. Sin embargo, dichos compromisos deben ser rigurosos, deben basarse en evidencia”.
El llamado contra la inacción
La cumbre ambiental enfrenta también a estos académicos y académicas con una problemática comunicacional, cree Manuschevich. La profesora estima que el discurso catastrofista con que algunas campañas advierten sobre la necesidad de un cambio puede jugar en contra. “No cabe duda de que la situación es grave, pero por eso mismo debe comunicarse de manera inteligente y no como un ultimátum que genere en la sociedad una inacción o una paralización ante la catástrofe como un impostergable acto de Dios, como lo entienden personas menos familiarizadas con los conocimientos científicos”, sostiene.
Daniela Manuschevich acaba de concluir el proyecto FONDECYT titulado “Alternativas para la conservación del bosque nativo: conectando cambio en el uso del suelo, servicios ambientales y acción colectiva en el centro sur de Chile” en Araucanía donde evaluó probables escenarios para la mejor conservación del bosque nativo, centrándose además, en un territorio campesino afectado por incendios forestales hace 7 años. Parte de esta experiencia le permite anticipar la importancia de la actividad académica interdisciplinaria que es parte de la COP25 y en particular, cree, de la carrera de geografía.
“El problema de fondo exige un enfoque interdisciplinario y existe un consenso total en que esto no lo pueden abordar climatólogos/as o antropólogos/as por sí solos/as. Lo bueno de la geografía como disciplina, es que tiene una mirada muy integradora acerca de la interacción entre el ser humano y la naturaleza”, estima la docente y doctora en Políticas Ambientales del State University of New York College of Environmental Science and Forestry.
Cumbre ambiental paralela
Al mismo tiempo en que se desarrollará la COP25, tendrá lugar en Santiago la Cumbre de los Pueblos en la que ONG´s, organizaciones territoriales y socio ambientales plantearán sus propias objeciones a la política global de la convención de la ONU. Sin restarle importancia a la cita oficial, la antropóloga forense y activista social Francisca Fernández, destaca la necesidad de buscar soluciones ante la crisis ambiental y el cambio climático con urgencia pero sin perder de vista las controversias asociadas al conflicto en la región.
“La COP25 es un espacio muy importante de reflexión, sin embargo, para muchos que trabajamos el tema socio ambiental, nos parece contradictorio que Chile sea la sede tratándose de uno de los países en Latinoamérica con más políticas extractivistas que afecta los territorios con contaminación y con despojo”, señala ante precariedades sociales sin posibilidad de solución como es el caso de las zonas de sacrificio ambiental o las que se enfrentan a grandes sequías producto de la venta de derechos de agua.
“Chile es el único país en el mundo que tiene sus aguas privatizadas y en esa relación hay una división entre agua y tierra, por ejemplo. Muchas veces problemas que tienen que ver con un modelo productivo y energético son asociados al cambio climático y más bien lo que vemos acá, son voluntades políticas. En Petorca no hay agua y no es necesariamente por el cambio climático, sino porque más del 90% de los derechos del agua está en poder de la industria de la palta”, plantea la docente de la carrera de antropología de la Academia e investigadora del proyecto FONDECYT “Pluralismo jurídico y derecho indígena en Chile: reflexiones y contribuciones desde el sistema normativo aymara”.
Esta visión latinoamericana de la degradación ambiental aborda de manera crítica instancias como la COP25 o la APEC generando a su vez la aparición de encuentros paralelos para reflexionar acerca del futuro ambiental. En ellas participan científicos vinculados a la biología y la física, además de instituciones relacionadas con el turismo y el medio ambiente a las que también están invitado el empresariado, principales responsables, en muchos casos, de los problemas ambientales que afectan al ecosistema, explica la profesora de la UAHC.
¿Cómo comunicar la crisis ambiental?
El Director del Instituto de Humanidades, Raúl González, cree que la forma de comunicar una estrategia efectiva acerca del cambio climático es un articulador relevante para cumplir con los protocolos que suelen acordarse en cumbres de este tipo. El Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Católica de Lovaina, estima que la relevancia de esta discusión sobre el debate socioambiental es que no se inscribe solo al mundo científico o político.
“Van a salir muchos datos y habrá una mejor receptividad a escuchar temas relacionados con el medio ambiente. Todo eso estará concentrado en tan solo unos días y va a ser muy importante para que esta reflexión se potencialice más. Es de esperar que ciertas organizaciones de la sociedad civil, organismos no gubernamentales, sectores de la academia y el mundo científico tengan una intención de protagonismo, pero eso dependerá de cómo estos actores se movilizan y se preparan para aprovechar el momento”, espera el académico, quien es jefe del Magíster en Desarrollo Sustentable en Ambientes y Territorio de la UAHC.
Identifica también una paradoja en la ubicación de la COP25 en Chile como sede y la serie de conflictos socio ambientales que tienen lugar en el país las últimas décadas en zonas pesqueras, forestales y de sacrificio. “Es un momento perfecto para que organizaciones de estos territorios como Til Til, Freirina o Puchuncaví generen visibilidad, se expresen en la búsqueda de soluciones. En ese sentido, yo diría que desde el “cómo”, es interesante saber que este momento ofrece una oportunidad de plantear cosas un poco más allá del discurso oficial. Acá no solo se trata de mitigar o adaptarse, se trata de ir a causas un poco más estructurales que permitan una reversión”, agrega González.
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La cumbre ambiental COP25 tendrá lugar en Chile desde el día lunes 2 al viernes 13 de diciembre en el Parque Bicentenario de Cerrillos
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Más información sobre le encuentro científico social en el sitio de la COP25