Egresada de la Academia y nueva Directora del Instituto de Estudios Indígenas de la UFRO_ Natalia Caniguan: “Lo interesante de Antropología en la Academia es el énfasis en el trabajo de campo”
Natalia Caniguan Velarde se tituló en el 2007 como Antropóloga Social de nuestra Universidad. Desde mayo próximo asumirá como Directora del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad de La Frontera, institución a la cual se incorporó como investigadora a finales del 2014, participando en diversos estudios y trabajos vinculados con la población de pueblos originarios de nuestro país y con mayor énfasis de la población Mapuche de La Araucanía, región en donde vive hace cerca de 10 años.
De manera paralela, se ha dedicado a la investigación en diversos proyectos Fondecyt de académicos de la PUC, sede Villarrica, en donde ha trabajado temas vinculados a la educación intercultural y educación Mapuche. En esta última universidad también ha sido parte de un proyecto de la fundación alemana Siemmens que busca innovar en la forma de enseñanza de la ciencia en las escuelas.
El año recién pasado, con apoyo de la Fundación Ford y la UDP, publicó el libro: “Trayectorias políticas. Historias de Vida de Alcaldes mapuche”, cuyo trabajo fue presentado en dependencias de nuestra casa de estudio, la cual además la apoyó en la presentación de dos trabajos previos: Relatos del Sacrificio en el Budi y Muñkupe Ülkantun, que el canto llegue a todas partes, los cuales fueron realizados vía proyectos Fondart.
¿Por qué elegiste la Academia para cursar tus estudios superiores?
La decisión de entrar a estudiar a la Academia estuvo basada en el conocimiento del proyecto e historia de la Universidad, además de interesarme la malla curricular que se ofrecía en ese entonces para la carrera de Antropología. Esto llevó a que, una vez rendida la PAA, me inscribiera inmediatamente en Academia sin siquiera postular a otra casa de estudio, a pesar de que mis puntajes alcanzaban para hacerlo.
¿Cuál crees que es el sello que tiene Antropología en la Academia?
Lo interesante de Antropología en la Academia, y lo que creo es su sello distintivo, es el énfasis en el trabajo de campo. Esta formación en terreno desde el inicio permite darse cuenta de manera inmediata si es lo que uno espera; además de ser una muy buena preparación para la vida laboral, aprender a enfrentarse a situaciones propias del quehacer antropológico. Esta mirada incluso y la importancia de la relación con los lugares y con la gente que uno trabaja, es lo que me llevó a radicarme hace ya cerca de 10 años en La Araucanía.
A tu parecer ¿Qué es lo que diferencia a la Academia de otras universidades?
La formación académica también desde una mirada crítica, respecto en las áreas de desempeño personal, es un plus de esta Universidad. Junto con este perfil, sin duda que el ambiente que se vive en la Escuela de Antropología y la Universidad en general es también un elemento diferenciador respecto de otras casas de estudio. La cercanía con académicos y directivos dota de un clima particular, un espacio de respetos mutuos y libertades de horizontalidades y diálogos.