Entrevista a Andrés Mosqueira, Director de la Casa Colorada y alumno de Licenciatura en Historia de la Academia

Entrevista a Andrés Mosqueira, Director de la Casa Colorada y alumno de Licenciatura en Historia de la Academia

Hace dieciséis años que Andrés Mosqueira  Campos es el director del Museo de Santiago – Casa Colorada, emblemático edificio colonial ubicado en pleno corazón de Santiago que fue declarado monumento nacional en 1977 y que destaca por su imponente arquitectura patrimonial y por convertirse en el primer museo de la ciudad de Santiago.

Con estudios de Pedagogía en Historia, su vida siempre ha estado vinculada a la historia del país, fundamentalmente a la historia urbana y particularmente de la Ciudad de Santiago. Antes de convertirse en Director de Casa Colorada  desarrolló diversas labores, entre ellas atención bibliotecaria y del Centro de Documentación, pasando también por el Área de Educación.

Con solo 22 años fue jefe de Gabinete en la Municipalidad de Puente Alto (1992-1996). Posteriormente fue coordinador de Gestión Comunitaria y Proyectos Comunitarios en la Municipalidad de Santiago. Ha trabajado también en proyectos, públicos y privados, relacionados con el rescate y puesta en valor del patrimonio y la historia. Además ha ejercido por periodos como docente.

A lo largo de su trayectoria ha participado en diversos seminarios, capacitaciones y conferencias; muchas veces también como expositor.

Actualmente  se encuentra viviendo una nueva etapa universitaria que, como el mismo ha expresado, lo tiene “tremendamente feliz”.  Se trata de la culminación de sus estudios que estuvieron en pausa cerca de 10 años, y cuyo proceso lo encuentra desarrollando en nuestra Universidad cursando  la Licenciatura en Historia.

¿Por qué  optaste por la Academia para continuar tus estudios?

Debo ser muy honesto, y decir que fue por consejo de una gran amiga quien me motivó y me puso en contacto con la Academia, donde he sido muy bien recibido. Yo estoy en un proceso de culminación de estudios, y a través de un proceso de convalidación, he podido continuar estudiando para obtener mi título.

Pero durante el desarrollo de mi vida profesional, he tenido la posibilidad de conocer y trabajar con diversos profesionales egresados de esta Universidad y he encontrado en ellos, además de excelentes personas, profesionales muy comprometidos.

Pero, ¿Por qué esta y no otra?

En ese sentido, podría decir que primero ofrecía la carrera que yo quería en horario vespertino, con una malla curricular que me pareció coherente con el título que se otorga y con el espíritu de la Universidad. Además los académicos que imparten las cátedras tienen una amplia y vasta formación en el campo que enseñan. Junto con lo anterior, debo decir, que para quienes no tenemos becas y somos además funcionarios públicos, la Academia ofrece una situación mucho más ventajosa que otras Universidades.

¿Cuál crees que es el sello de nuestra Licenciatura en Historia?

Por lo que leí en la malla curricular y por lo que he podido experimentar en este mes que he participado de las cátedras, hay un gran interés por abandonar el modelo racionalista clásico y plantearse derechamente en la reflexión respecto del hombre, la realidad y la utilidad de la historia como disciplina orientada a generar cambios. Con un sello muy particular, los profesores que he tenido el gusto de conocer, establecen parámetros interesantes en el ejercicio de pensar la historia y confrontar la realidad. Nada está dicho en su totalidad y todo es refutable desde el punto de vista de los argumentos. Esto genera ciertas habilidades, sobre todo en las personas que no han tenido cercanía con la disciplina.

¿Cómo crees que influye la formación de la Academia en tu desarrollo profesional actual?

La verdad es que para mí ha sido todo un gusto volver a las aulas; un desafío por lo demás, ya que han pasado sus buenos años desde que estudié por últimas vez. Yo creo y no sólo lo creo, sino que estoy seguro que la Academia, y particularmente el sello de su formación, me entregará nuevos repertorios intelectuales y formativos que tendrá mucho impacto en el desempeño de mi trabajo. Desde ya puedo afirmar que me siento tremendamente feliz de estar estudiando y rodeado de harta muchachada inquieta y llena de sueños.