Importante foco en salud y prioridades sociales_Docentes UAHC advierten principales dimensiones y viabilidad del Presupuesto 2023 presentado por el Presidente Boric
La expansión del gasto público en un 4,2% que plantea un Presupuesto 2023 marcado por un foco en inversión, seguridad ciudadana y salud mental ha sido bien recibida desde distintos sectores de la política, la economía y la sociedad en general. Como un efecto positivo para contrarrestar los efectos negativos de la contracción económica que se prevé para el próximo año, docentes de la UAHC advierten la importancia de que un 60% de esta inversión se utilice para financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU), un avance de 5,5% de inversión en infraestructura, un 4,4% de incremento para seguridad ciudadana y cerca de 28.000 millones de pesos para reducir las listas de espera en salud.
La pertinencia de un presupuesto como el anunciado en materia social es de un carácter urgente, cree el doctor en Ética y Democracia, Álvaro Ramis. “Creo que la necesidad de esto es de primera relevancia cuando se trata de compensar problemáticas ligadas a la estructura de la economía mundial agravada por diversos factores y una espiral inflacionaria difícil de sortear por las familias enfrentadas a todo lo que esto implica. Es natural que este sea el énfasis y que en él se marque una clara diferencia respecto a los presupuestos de los últimos cuatro años”, sostiene el el rector de la UAHC.
En ese sentido el Presupuesto 2023, que involucra importantes grados descentralización, fortalecimiento de gobiernos regionales y políticas sociales universales, es destacado también por el académico UAHC Cristian Candia: “Siempre es positivo, en una economía que va a entrar en una fase de recesión o de crecimiento muy lento, que el gasto público crezca a una tasa como la que está proponiendo en relación a este año, precisamente porque se trata de equilibrar el ciclo de crisis con expansión fiscal”. Y destaca, en este sentido, el carácter contracíclico del proyecto, centrado en infraestructura, que impactará a favor del empleo.
Pero, ¿es suficiente este presupuesto para tantas necesidades constatadas y otras por abordar?. Es evidente que “desde el punto de vista de lo que la gente reclama, el Presupuesto está atendiendo a esos temas”. Sin embargo -advierte- puede haber presiones en materia de ingresos de emergencia. “Yo veo este Presupuesto en una lógica de focalización. Pero dependiendo de la magnitud de la crisis económica que tengamos, y que está en curso, porque estamos entrando en la fase recesiva, se va a requerir a lo mejor algún esfuerzo fiscal adicional. Si bien tenemos en operación un seguro de cesantía que pudiera ser útil para las personas que pierden su empleo formal, es probable que este Presupuesto sea insuficiente tal como está ahora”.
De la totalidad de estos recursos, 19.000 millones de pesos serán dedicados exclusivamente para el refuerzo de los planes de salud mental. Este fue uno de los puntos más valorados del anuncio, particularmente en tiempos en que las secuelas de la larga pandemia afloran en diversas formas que afectan la economía y la convivencia nacional desde sus bases. Al respecto, la docente de la Escuela de Psicología de la Academia, Vanessa East, aclara que la salud mental nunca fue un problema tan visible y evidente como se aprecia en la actualidad: “A pesar de que numerosos/as especialistas llevan décadas anunciando el deterioro de la salud mental en niños/niñas y adolescentes en particular, esto está teniendo repercusiones hoy y las tendrá en las y los adultos del mañana. Es importantísimo relevar además la crisis en la salud mental de las personas mayores. En este sentido, un primer paso importante fue la creación de la ley de salud mental, la que sin embargo sin el presupuesto necesario solo se quedará en las buenas intenciones”.
Actualmente, la política ministerial que lleva programas sanitarios a las comunidades educativas se llama “Seamos Comunidad” y cuenta con varios pilares de reactivación educativa integral, entre ellos uno de salud mental. La Academia, a través de la Escuela de Psicología, participa de estas iniciativas en diferentes comunas de la región metropolitana cuyas comunidades hayan sido afectadas con el retorno a la presencialidad después de dos años de pandemia, explica Karina Keller, psicóloga clínica de la UAHC y encargada de los Servicios Comunitarios e Inserción Territorial de la Dirección de Vínculo con el Medio.
El presupuesto propone ayudas a programas en los que, a nivel educativo, se trabaja con toda la comunidad escolar: profesores/as, equipos de gestión, cuidadores/as, madres, padres y espacios que involucran a toda la escuela, sea básica o de enseñanza media, pública o particular subvencionada. Priorizando las más vulnerables y a aquellas que no tenían apoyo en salud mental”, explica Keller, quien es parte del proyecto “Habilidades para la vida”, una de estas iniciativas que lleva más de 20 años interviniendo el territorio escolar como parte de la política pública y como misión de la UAHC.
Viabilidad de un presupuesto social
Cuando esta falencia en salud se cruza con la economía en sus diversas dimensiones, surgen nuevos enfoques para un anuncio esperanzador para muchos/as. La economista y docente del Instituto de Humanidades, María de la Luz Trautmann cree que desde la perspectiva del género un aumento en el presupuesto destinado a salud mental es fundamental para trabajadoras, jefas de hogar y mujeres en general.
Dicho desafío, también se asocia fundamentalmente a factores integrales que hacen que los refuerzos impulsados por el Gobierno aún no sean suficientes. “Lamentablemente, cualquier gasto presupuestario, por enorme que sea, no es suficiente, si al mismo tiempo que se destinan los esfuerzos para acoger a personas y familias afectadas por problemas relativos a salud mental, no se dan medidas de carácter sociopolítico que mejoren la calidad de vida de la población. Un entorno caracterizado por largas jornadas laborales, la desconfianza creciente en las autoridades, la impunidad ante los innumerables casos de corrupción y la fuerte desigualdad social, por nombrar algunos, son también factores que inciden en nuestra salud mental”, explica Trautmann.
Coincide el académico UAHC Rafael Urriola, economista especialista en salud, quien apunta a que las mejoras en las políticas de Estado sanitarias deben ser abordadas como un problema multidimensional que va en ascenso y que requiere otras medidas conjuntas de solución: “Iniciativas de esta naturaleza deben complementarse con medidas tendientes a aumentar la calidad de vida de la población como disminuir la jornada laboral y llevar a buen puerto la anhelada reforma tributaria de carácter progresivo. Caminar hacia una sociedad cuidadora en el que se le dé la importancia debida a la afectividad y a la cooperación en las relaciones sociales”, reflexiona Urriola.
Pero anclados al realismo de la discusión legislativa requerida para aprobar este Presupuesto, Candia sostiene que espera que dicha discusión reduzca el presupuesto en lugar de aumentarlo. “Entonces hay muy poco juego de piernas para negociaciones en el ámbito parlamentario”, cree Candia, quien es magíster en política pública y doctorante del Doctorado en Estudios Transdisciplinares Latinoamericanos.
Sobre la viabilidad requerida dentro de esta negociación con la oposición, el rector Álvaro Ramis agrega que precisamente en esta posibilidad de diálogo radica el desafío. “Ahí está la pelota y la encrucijada para que la oposición muestre altura de miras y sentido de Estado porque el bloqueo de este presupuesto no es al Gobierno sino a quienes se van a beneficiar de recursos que vienen a resolver circunstancias urgentes que deben ser resueltas en beneficio del país. No es esto algo que se pueda resolver en el corto plazo ni frente a una oposición que bloquee de manera improcedente un presupuesto que tiene como destinataria a la ciudadanía y sus urgencias”, estima el docente de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.