Jornadas de formación continua Talleres de la Escuela de Educación Diferencial y Enseñanza Básica UAHC buscan instancia de diálogo con centros de práctica

Con el objetivo de entregar herramientas que contribuyan a una mejora cualitativa en los procesos de aprendizaje de docentes y alumnos/as, la Escuela de Educación Diferencial y Enseñanza Básica de la UAHC organizó las Jornadas de Formación Continua “Saberes pedagógicos para los desafíos de la escuela de hoy”, una iniciativa que reunió a profesores/as y directivos/as de distintos centros escolares donde los/as estudiantes de las carreras de Pedagogía en Educación Básica y Pedagogía en Educación Diferencial y de los programas de segunda titulación en Educación Básica y en Educación Diferencial realizan sus prácticas.

En las sesiones, que se desarrollaron durante dos días en la Facultad de Ciencias Sociales de la UAHC y contaron con el apoyo de la Dirección de Vínculo con el Medio (DIVIM), se apuntó a forjar un espacio de aprendizaje colaborativo entre ambas partes, explicó la docente de la carrera de Pedagogía en Educación Básica Pilar Guzmán. “Colaborar con esta formación es algo sumamente relevante porque nos permite establecer una articulación y un diálogo bajo principios similares con las coordinadoras de prácticas, que tuvieron un rol clave en la organización del evento. Los/as profesores guías que asistieron podrán aplicar los conocimientos adquiridos en un proceso donde al avanzar la formación aumentan tanto la complejidad de la compresión del espacio escolar como las tareas que realizan los/as estudiantes”,  agregó.

Respecto a las principales temáticas revisadas durante las jornadas, la docente explicó que un trabajo previo de diseño permitió identificar ciertas áreas específicas que requieren de especial atención, como las vinculadas con el regreso a la presencialidad. “Estas problemáticas se hicieron más patentes en la labor docente durante la emergencia sanitaria, sobre todo aquellas relativas a la formación ciudadana, el diseño universal de aprendizaje y el trabajo con estudiantes con condiciones del espectro autista. Pudimos abordar estas necesidades en el curso de los talleres y pudimos sondear la necesidad de establecer el desarrollo de espacios de estas características en forma periódica”.

Junto con destacar el alto grado de interés de los participantes, la profesora ofreció una evaluación positiva desde su posición en el equipo de integración profesional de su carrera. “La experiencia fue muy positiva porque nos permitió generar lazos más cercanos con nuestros centros de práctica al reunir a docentes que participan en ellos dentro de una acción formativa. Estas sesiones nos permitieron ofrecer ciertos saberes que muchas veces están en la Academia y que podemos poner en diálogo con la experiencia que se maneja en terreno”, explicó la profesora, que estuvo a cargo del taller “Retroalimentación y análisis de evidencias del aprendizaje”.

Concluida esta etapa, la docente adelantó los planes que se están evaluando para extender el desarrollo de estas instancias de capacitación. “Este es un primer paso que hemos dado y queremos establecer estas jornadas como espacios de formación permanente, ya sea en época de invierno o verano, para generar un espacio de formación y de encuentro donde nuestros/as estudiantes y las coordinadoras puedan tener un diálogo más transversal y horizontal”.

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