Así es un día en Arquitectura: construyendo soluciones con la Cooperativa Yungay

Así es un día en Arquitectura: construyendo soluciones con la Cooperativa Yungay

“Creo que esta iniciativa potencia no sólo a la comunidad o al colectivo, sino también enriquece con competencias sumamente importantes a los/as futuros/as profesionales de la Arquitectura” (María Carolina Valdés, integrante de la cooperativa).

Fomentar el aprendizaje en contextos reales de trabajo comunitario es uno de los objetivos del Taller de Programas Emergentes de la carrera. Por ello, en el marco de una colaboración entre Arquitectura UAcademia y la Cooperativa de Vivienda Yungay, sus estudiantes participaron en un taller para la construcción de mobiliario de madera que se empleará en las zonas comunes del proyecto habitacional. La actividad, impulsada por la profesora Verónica Francés y el arquitecto Antonio Abellán del colectivo Huerta Bizarra, en conjunto con la cooperativa, se basa en el método de la ayuda mutua, donde los socios de la cooperativa ejecutaron el diseño y la fabricación de los elementos.

Integrantes de la Cooperativa de Vivienda Yungay definen la iniciativa como “un proyecto de hábitat colectivo que defiende el derecho a la vivienda digna en el barrio. Este esfuerzo comunitario busca crear espacios habitacionales sostenibles y accesibles, promoviendo la equidad y fortaleciendo el tejido social del barrio. A través de la cooperación y la participación activa de sus miembros, la cooperativa trabaja para garantizar que más personas puedan acceder a viviendas de calidad en un entorno que respeta y valora la identidad local”.

Esta alianza se conecta con el Taller de Programas Emergentes de la carrera y representa una oportunidad para que los/as futuro/as arquitectos/as se vinculen con procesos de diseño y construcción socialmente responsables. “La iniciativa busca no sólo aportar al desarrollo del proyecto habitacional, sino también fomentar el aprendizaje en contextos reales de trabajo comunitario. Esta iniciativa refuerza el compromiso de la universidad con proyectos que vinculan el aprendizaje académico con la transformación social”, dice la profesora Francés.

“La malla de la carrera de Arquitectura considera modelos de trabajo cooperativo vinculados con el entorno cercano de la Universidad, y ya que la cooperativa está ubicada a pocas cuadras de la misma sede que tenemos en el Barrio Brasil, nos pareció una oportunidad única el hecho de que los estudiantes no solo aprendan dentro de los entornos académicos, sino también en programas piloto como el de la cooperativa. Lo que buscamos fue hacer una ida y vuelta entre los conocimientos de los estudiantes y los saberes que emanan desde las comunidades”.

La docente describe su vinculación con el proyecto, inspirada en la investigación sobre experiencias comunitarias en Europa. “Soy profesora de la universidad pero también formo parte de la cooperativa de vivienda. Llegué a Chile en el 2015 y me interesaba vincular temáticas de docencia e investigación con los modos de habitar la ciudad. Mi nexo partió de manera casual cuando fui a entrevistar a María Carolina Valdés, quien forma parte de la comisión técnica de la cooperativa, y encontramos muchos cruces de aprendizaje y poco a poco me fui integrando y colaborando y en los últimos años me integré a la comisión técnica de este proyecto piloto”.

La profesora explica cómo se alinearon las necesidades prácticas de la cooperativa con los requerimientos educativos del taller. “Nuestros/as estudiantes ofrecieron un apoyo en el registro y sistematización de la experiencia. Cuando tenemos este tipo de actividades a veces no queda tiempo para sistematizar los métodos y aprendizajes que se derivan del taller y lo que ellos/as hicieron fue organizar un compendio, un archivo de esquemas, diagramas y procesos de la elaboración en madera. También tuvieron la oportunidad de recibir sesiones de explicación y de referencias ofrecidas por integrantes del colectivo Huerta Bizarra, que trabajan en la ciudad española de Murcia en experiencias participativas tanto con estudiantes como con comunidades”.

Respecto a los resultados de la actividad la integrante de la cooperativa María Carolina Valdés opina que “las actividades participativas son importantes para un colectivo cooperativo y cuando se vinculan con el mundo académico y con universidades que tienen compromiso con el mundo social, obviamente es relevante el hecho de que los/as estudiantes participen directamente y puedan vivenciar cómo se realizan este tipo de actividades y metodologías. Creo que potencia no sólo a la comunidad o al colectivo, sino también enriquece con competencias sumamente importantes a los/as futuros/as profesionales de la Arquitectura”.

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