Programa de 2da Titulación en Pedagogía Básica_Transformando la escuela de ayer para las niñas y niños de hoy
Mientras la educación vive momentos sombríos en el Congreso, también dentro y fuera de las aulas, la atención parece puesta más en la forma que en el fondo de un problema creciente. En la actualidad existe un déficit de cerca de 7 mil profesores/as de enseñanza básica y media. Según una proyección de Elige Educar, el 2025 esa cifra se empinará por sobre los 32 mil docentes.
Una disminución de un 19,2% de las matrículas de estudiantes de pedagogía de primer año se suma a la baja progresiva de las matrículas totales desde el inicio de ésta década, generando un total de casi 72 mil estudiantes de pedagogía este 2019 que no permiten cubrir la demanda del sistema. Una carencia que se siente más en zonas extremas y rurales donde las asignaturas de educación básica son clave.
Desde el Programa de Segunda Titulación en Pedagogía Básica (PSTPEB) de la Academia, su jefa de programa, la profesora Natalia Kompen, cree que a nivel institucional la UAHC ha logrado sintonizar con esta encrucijada de manera activa. A la luz de la experiencia de este programa dirigido a profesionales de las áreas de la educación parvularia, la educación diferencial, la educación media o la psicopedagogía; Kompen estima que la vocación pedagógica es fundamental: “Entendemos las causas de este déficit que se viene gestando como una falta de motivación cada vez mayor por ejercer en la educación básica, sumado a un periodo menor de años de ejercicio de las/os profesoras que llegan a trabajar por primera vez a las escuelas”.
La licenciada en Educación y magíster en Liderazgo Transformacional y Gestión Escolar, estima que esta problemática recrudece si se considera, además, un contexto como el de la educación de adultos. “Actualmente esta forma regular de formación cuenta tiene un cuarto de su matrícula formada por estudiantes menores de edad. Esto significa que un alto porcentaje de niños y niñas en edad escolar son excluidos de la escuela tradicional y llegan finalmente a la educación de adultos, encontrando allí un espacio en donde finalizar su vida escolar. Por lo demás, se trata de un espacio que no está pensado para ellas/os y, con ello, es plausible interpretar que la escuela de hoy está en crisis”, explica.
Desde este contexto complejo, el desafío del PSTPEB es el de entregar una formación que destaque la relevancia del rol del profesor/a de educación básica en la protección, fortalecimiento de la identidad docente y la actividad crítico reflexiva como parte de su ejercicio, reitera la profesora Kompen.
Las nuevas reglas del juego
Quienes inscriben el curso reconocen diversas problemáticas y falencias del sistema, marcado por la falta de incentivos, condiciones laborales precarizadas y legitimadas por la Carrera Docente como, por ejemplo, el alza de los requisitos para estudiar pedagogías o el aumento de las horas no lectivas (tiempo que los profesores pasan fuera del aula y que usan para preparar sus clases); aspectos que han incidido en este déficit de docentes.
“Las falencias que por lo general manifiestan las/os estudiantes del Programa en relación a volver a la escuela con una nueva identidad docente y un nuevo sentido respecto de la praxis pedagógica, es la resistencia que genera la misma cultura escolar a ser transformada y por cierto el escaso margen a la autonomía docente que genera el agobio por la cobertura curricular entre otros”, cree Kompen.
Al respecto, la decana de la Facultad de Pedagogía de la UAHC, Beatriz Areyuna, advierte la necesidad de cambiar una falta vocacional y de oportunidades que genera esta falta de maestros en Chile. “El problema es que cuando estas cosas pasan se acrecienta también la brecha educativa que todos sabemos que existe en nuestro país, y que va en desmedro siempre de los más pobres”.
Desde la Unidad de Mejoramiento para la Formación Inicial Docente, Miriam Ferrando, actual profesora del Programa de Segunda Titulación en Pedagogía Básica y ex encargada del mismo, destaca que esta iniciativa ofrece un espacio formativo privilegiado que permite a los profesores estudiar y ejercer al mismo tiempo. “Algo que no es menor pues les da la posibilidad de aplicar lo recibido en las clases en la universidad inmediatamente en sus clases y poder reflexionar sobre su práctica y junto a sus compañeros. Lo que tenemos es un circuito formativo virtuoso”, asegura acerca de un valor que es propio del proyecto académico y visión de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
“Formar profesores que ya poseen un título en otra área de la pedagogía y, al mismo tiempo, profesores de Educación Básica, capaces de reflexionar sobre su quehacer como profesor también imprime una alta vocación de servicio y la posibilidad de transformar el contexto donde se desenvuelven como docentes”, explica Ferrando sobre los lugares donde ejercen estos egresados: Colegios emblemáticos, rurales, proyectos especiales y con conciencia ambiental y artística, entre otros.
Paulina Calderón es una de estas tituladas del programa. Dice que, originalmente, su formación pedagógica le dejó varios vacíos que quiso regularizar a través de este sistema de segunda titulación. Como entonces, sigue ejerciendo en la Escuela Casa Azul de la comuna de La Granja, pero con nuevas herramientas que agradece desde su egreso. “Entre las herramientas y metodologías más útiles que conseguí en el programa, creo que está el análisis pedagógico y la valoración de la práctica pedagógica. Es algo que encontré muy buen ya que en todos los módulos y clase a clase uno podía aplicar lo aprendido cotidianamente. Estudiar este programa de segunda titulación me generaba una dinámica recíproca en la que yo llevaba conocimientos de la escuela en que trabajaba y me traía otros desde allá de la universidad”, explica.
El programa trabaja de manera trasversal en su línea de integración profesional aspectos como la reflexión e indagación en la propia experiencia del/la estudiante generando resignificaciones sobre la propia infancia y en la relación con niños y niñas en el espacio escolar desde su rol profesional. “Esto se entiende como un elemento central en el trabajo con niños y niñas. Consideramos también, en nuestro plan de estudiantes tanto de formación pedagógica como disciplinar, que los niños y niñas de hoy requieren ser educados desde una nueva mirada, desde su ser emocional y su corporalidad superando el enfoque racio- técnico, que aún impera en las practicas pedagógicas reproducidas en las escuelas”, explica la autoridad del programa. Detalla algunos de las asignaturas de este plan de estudios y que abordar cursos como Educación y emociones, cuerpo espacio y movimiento, DDD HH género y multiculturalidad, entre otros.
Natalia Kompen señala que tiene la convicción de que al aportar profesionales que egresan del programa, se provee también de actores fundamentales en lo que hoy se plantea como una necesidad imperante: transformar la escuela de ayer para proteger a las niñas y niños hoy, agrega.
El PSTPEB tiene una duración de 5 semestres en modalidad vespertina y otorga el grado de licenciado/a en Educación y el título de Profesor/a de Pedagogía en Educación Básica (ver más)